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En un paso fundamental hacia la sostenibilidad urbana, el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, ha expedido la Resolución 0194 de 2025, una medida que redefine los estándares de construcción sostenible en Colombia y establece parámetros obligatorios de ahorro de agua y energía en edificaciones públicas y privadas.

 

Esta nueva norma, que sustituye la Resolución 0549 de 2015, no solo actualiza las metas de eficiencia energética y uso racional del agua, sino que también marca una transformación en el diseño y ejecución de proyectos de Vivienda de Interés Social (VIS) y Vivienda de Interés Prioritario (VIP).

 

¿Qué cambia con la Resolución 0194 de 2025?

De acuerdo con el Ministerio, el objetivo es reducir el consumo de recursos, disminuir los costos de los servicios públicos para las familias colombianas y aliviar la presión ambiental sobre los ecosistemas.

 

Entre los cambios clave se encuentran:

  • Ahorros obligatorios entre el 5% y el 20% en consumo de energía, y entre el 15% y el 30% en consumo de agua, ajustados según zona climática y tipo de edificación.
  • Metas mínimas obligatorias para proyectos VIS y VIP, según la categoría del municipio y el tamaño del proyecto.
  • Un nuevo catálogo de estrategias costo-eficientes para lograr estos ahorros desde el diseño arquitectónico hasta la ejecución final.
  • Un sistema de seguimiento y control local que verificará el cumplimiento real de las metas.

 

¿Qué significa esto para los colombianos?

Esta resolución no es solo una norma técnica: es una revolución en la manera de habitar el territorio. Al garantizar estándares de eficiencia en todas las etapas de construcción, el país avanza hacia un modelo donde la sostenibilidad no es una opción, sino una obligación.

 

“Esta actualización representa un avance significativo hacia un desarrollo territorial más justo, socialmente responsable y ambientalmente consciente”, subrayó el Ministerio.

 

Además, las familias que vivan en edificaciones construidas bajo estos nuevos parámetros verán reflejado el cambio en facturas de servicios más bajas y una mejor calidad de vida en entornos urbanos más amigables con el medio ambiente.

Ahorros de hasta el 30% en consumo de agua y 20% en energía en nuevas construcciones.

Foto portada: Imagen de referencia.

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