En prisión ‘Los Galleros’: estarían implicados en secuestros en Tibacuy y Agua de Dios

Víctimas fueron obligadas a transferir millonarias sumas de dinero y sus familias extorsionadas para lograr su liberación

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Medida de aseguramiento en centro carcelario contra cinco presuntos integrantes de la estructura criminal conocida como ‘Los Galleros’, señalada de retener ilegalmente a dos ciudadanos en los municipios de Tibacuy y Agua de Dios (Cundinamarca) con el fin de despojarlos de su dinero, según la Fiscalía General de la Nación.

Los hechos, ocurridos en abril y mayo de 2024, habrían seguido un patrón de engaño, retención forzada, robo digital y extorsión directa a las familias de las víctimas. Los implicados enfrentan graves cargos.

Una fiscal del Gaula de la Seccional Cundinamarca les imputó a los detenidos los delitos de secuestro extorsivo y hurto calificado, ambos agravados, además de fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. Ninguno de los procesados aceptó los cargos durante las audiencias preliminares.

¿Quiénes son los señalados?

Los investigados son María del Rosario Gámez Camelo y Juan Carlos Rojas Casallas. También comparecieron ante el juez Nelson Zabala Rico, Ángel María Gámez Camelo y Jonathan Javier Reyes Galindo, quienes ya se encontraban recluidos por otros procesos judiciales.

Así actuaban los presuntos delincuentes

El primer caso se registró el 14 de abril de 2024 en Tibacuy. La víctima fue contactada para prestar un servicio de transporte hacia Barrancabermeja, pero al llegar al punto acordado, fue abordada por varias personas que, al parecer, la retuvieron a la fuerza y la obligaron a transferir 10 millones de pesos mediante plataformas digitales. Luego, se comunicaron con sus familiares para exigirles más dinero a cambio de su liberación.

El segundo hecho ocurrió el 16 de mayo de 2024 en Agua de Dios. En esta ocasión, la víctima fue contratada para un trasteo desde Bogotá. Una vez en el lugar, fue presuntamente retenida mediante amenazas. Los agresores vaciaron sus cuentas bancarias, robaron su vehículo y exigieron 8 millones de pesos para dejarlo en libertad.

Fiscalía les imputó delitos de secuestro extorsivo, hurto agravado y porte ilegal de armas.