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El agua que abastece a Bogotá y varios municipios de Cundinamarca podría escasear en el futuro si no se toman acciones inmediatas para proteger los ecosistemas que la proveen. Un estudio reciente advierte que el caudal del río Chuza, alimentado por el páramo de Chingaza, podría disminuir hasta un 12 % para el año 2070 debido al cambio climático y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta situación podría poner en riesgo el suministro de agua para millones de personas.

Foto: El Sistema Chingaza suministra cerca del 70 % del agua de Bogotá. Autoría: Erasmo Alfredo Rodríguez, profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNAL.

El estudio, realizado por la magíster en Ingeniería – Recursos Hidráulicos de la Universidad Nacional de Colombia, Laura Constanza Torres Torres, indica que, si las emisiones de GEI continúan en aumento, el equilibrio hídrico de la cuenca del río Chuza se verá afectado por el incremento de la temperatura y la reducción de las lluvias. De acuerdo con los modelos climáticos analizados, entre 2070 y 2100 la temperatura podría aumentar hasta en 3,53 °C y la precipitación anual disminuir hasta un 8,5 %.

Los páramos, ecosistemas fundamentales para la regulación del agua, dependen de un clima estable para su función de almacenamiento y liberación progresiva del recurso hídrico. Sin embargo, con menos lluvias y temperaturas más altas, la capacidad de retención de agua del suelo y la vegetación podría verse comprometida, lo que afectaría la disponibilidad del recurso en el largo plazo.

Medidas urgentes:

Los resultados del estudio subrayan la importancia de tomar medidas inmediatas para garantizar la seguridad hídrica de Bogotá y Cundinamarca. La conservación del páramo de Chingaza es clave para mitigar estos efectos, así como la reducción de emisiones de GEI y la implementación de estrategias de adaptación al cambio climático. Acciones como la reforestación, la protección de fuentes hídricas y la búsqueda de alternativas de abastecimiento podrían marcar la diferencia en la disponibilidad de agua en el futuro.

La investigación deja claro que el tiempo apremia.

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Las decisiones que se tomen hoy definirán si en el futuro los habitantes de Bogotá y Cundinamarca tendrán acceso suficiente al recurso más vital de todos: el agua.

Foto portada: Las aguas del río Chuza alimentan el embalse de Chuza, que es una parte vital del Sistema Chingaza. Autoría: archivo Unimedios.

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