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Cámaras trampa revelan especies sorprendentes en el corredor biológico del Río Negro

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En el marco del proyecto “Corredor Biológico para la Protección de los Felinos en la Cuenca del Río Negro”, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) instaló 21 cámaras trampa que han brindado resultados prometedores. Estas tecnologías han permitido registrar una abundante diversidad de fauna silvestre, con un énfasis particular en mamíferos y aves de alta importancia ecológica, lo que representa un avance significativo para los biólogos que lideran esta iniciativa.

El ocelote, protagonista de los hallazgos

Entre las especies documentadas, el ocelote (Leopardus pardalis) sobresale como un depredador tope cuya conservación es crucial para mantener el equilibrio ecológico. Este felino, conocido por su pelaje moteado y su rol en la regulación de poblaciones de presas, se convierte en un indicador del buen estado del ecosistema.

Otras especies destacadas incluyen el borugo o guagua (Cuniculus paca), el guatín (Dasyprocta punctata) y el oso melero (Tamandua tetradactyla). Estos animales no solo enriquecen la biodiversidad local, sino que también representan fuentes de alimento esenciales para grandes carnívoros como el puma (Puma concolor).

Aves en peligro: un tesoro avistado

El monitoreo también registró especies de aves de alta importancia, como el paujil colombiano (Crax alberti), endémico de Colombia y catalogado en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS). Asimismo, se identificó al tinamú oliváceo (Tinamus major), una especie que enfrenta amenazas significativas debido a la caza furtiva y la destrucción de su hábitat.

Un proyecto que impulsa la sostenibilidad

El director general de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros Alarcón, enfatizó la trascendencia del proyecto al afirmar: “Este proyecto es una pieza fundamental en los esfuerzos por preservar la biodiversidad y garantizar un futuro sostenible para la fauna local. El monitoreo realizado bajo la Dirección de Gestión de Ordenamiento Ambiental y Territorial (DGOAT) resalta la importancia del corredor biológico, no solo para la protección de los felinos, sino también para la fauna en general”.

Este avance refuerza el compromiso de la CAR con la conservación ambiental y subraya la relevancia de los corredores biológicos como herramientas de gestión sostenible. Los registros obtenidos no solo permiten evaluar el estado de la biodiversidad en la región, sino que también contribuyen a consolidar estrategias para proteger los recursos naturales y garantizar su sostenibilidad a largo plazo.

Con estos resultados, el proyecto “Corredor Biológico para la Protección de los Felinos en la Cuenca del Río Negro” se posiciona como un modelo ejemplar en la gestión de la biodiversidad, impulsando acciones concretas para preservar la riqueza natural de la región de Rionegro.

Funcionaria de la CAR colocando una ‘cámara trampa’.

Especies como el oso melero y el guatín enriquecen la biodiversidad en la región.

Foto portada: Video CAR

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