Zipaquirá se prepara para un encuentro literario que promete dejar huella. Este sábado 13 de septiembre desde las 5:00 de la tarde, en el marco de la Feria Villa del Libro que se realiza en el Centro Comercial La Casona, la Capital Salinera de Colombia recibirá a uno de sus grandes talentos: el poeta zipaquireño Mauricio Guzmán, conocido como el poeta de las partículas.
En esta esperada cita cultural, Guzmán presentará de manera oficial su más reciente creación: Pequeño Amor, un poemario que invita a detener el ritmo acelerado de la vida para descubrir la grandeza oculta en los pequeños instantes, esos detalles sutiles que construyen nuestra existencia y la transforman en eternidad.
Una experiencia poética y sensorial
La propuesta de Mauricio Guzmán trasciende la lectura tradicional: es una experiencia sensorial y transformadora. En su obra, la palabra se convierte en materia sensible, un espacio donde la física y la poesía se encuentran para abrir nuevas maneras de mirar y sentir el mundo. Con un estilo que conmueve e inspira, el poeta invita a conectar con aquello que solemos pasar por alto: la belleza escondida en lo mínimo, en esos instantes que dan sentido a la vida.
Pequeño Amor: poesía en partículas de vida
El autor presenta este libro como un recordatorio de que la existencia está hecha de mínimas partículas de sueño, de momentos fugaces que, al detenernos a sentirlos, se convierten en eternidad. En su obra, muestra que la poesía puede ser también un modo de respirar el presente, una pausa en medio de la velocidad de los días.
El lanzamiento de Pequeño Amor se perfila como un acontecimiento literario íntimo, pero profundamente transformador. Será un escenario para escuchar, detenerse y dejarse tocar por la palabra, en un encuentro donde la ciencia, el arte y la emoción se funden en un mismo lenguaje.
Un poeta que convierte la poesía en experiencia
Mauricio Guzmán ha sido reconocido por su manera de vincular el mundo científico con el poético, creando un universo propio donde los versos no solo se leen, sino que se sienten como una experiencia inédita. Su propuesta busca que la literatura no quede confinada al papel, sino que se convierta en un puente vivo con el lector y el oyente.
El público que asista a esta cita literaria en La Casona Zipaquirá desde las 5:00 de la tarde, tendrá la oportunidad de sumergirse en una atmósfera íntima y reveladora, en la que cada palabra será un respiro compartido y cada poema, una partícula de luz en el universo cotidiano.
Sinónimo de poesía viva y en constante transformación
El poeta Mauricio Guzmán ha consolidado una trayectoria que lo ubica como una de las voces más singulares de la poesía contemporánea en Colombia. Sus escritos han sido publicados en reconocidas revistas literarias y su propuesta poética ha sido objeto de reflexión en conversatorios académicos, donde ha compartido su visión sobre la relación entre la ciencia, el arte y la palabra.
Su participación en encuentros de escritores y en distintas jornadas literarias de la Feria Internacional del Libro de Bogotá ha enriquecido un camino creativo que no deja de evolucionar. La solidez de su obra se refleja en una serie de publicaciones que han marcado distintos momentos de la literatura nacional:
- La Mitad (1999).
- La Física del Mundo (2006).
- Fábula Fría (galardonado con Mención de Honor en el Concurso Nacional de Poesía del Distrito, 2001).
- Las bacterias (poemas corpusculares) (merecedor de la Beca Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura, 2005).
- Los Labios de Ziña.
- La Partícula (Premio de Poesía Ciudad de Bogotá, 2013).
Más allá de su obra publicada, Guzmán es fundador del Grupo de Estudios “El Alminar”, un espacio desde el cual ha impulsado iniciativas para la creación y circulación del conocimiento, promoviendo la consolidación de ideas que conectan la poesía con otros saberes.
Su nombre se ha convertido en sinónimo de poesía viva y en constante transformación, una propuesta que cruza las fronteras entre disciplinas y que ha sabido conquistar tanto a lectores como a críticos.
Cada poema es un recordatorio de que la belleza se esconde en lo mínimo y fugaz.