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Durante una intervención en la quebrada La Cotrullo, ubicada en la vereda El Volcán del municipio de San Juan de Rioseco (Cundinamarca), la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) evidenció un bloqueo en el flujo natural del agua. Según la inspección de la Dirección Regional Magdalena Centro, algunas personas habrían apilado piedras, tierra y plástico entre ambas orillas para retener el agua y beneficiarse de manera privada, en un acto considerado ilícito.

La CAR, que realiza vigilancia constante sobre los recursos naturales del departamento, advirtió sobre los graves riesgos que conlleva esta obstrucción. Juan Carlos Escobar, director de la regional Magdalena Centro, explicó que esta práctica, además de no contar con los permisos ambientales, representa un peligro de emergencia para las familias que habitan cerca de la quebrada.

Un taponamiento de este tipo podría ocasionar desbordamientos en caso de una creciente súbita, afectando seriamente a las viviendas en el área.

Durante la visita de inspección, se constató además la presencia de maquinaria pesada operando en la zona sin autorización, lo que intensifica el impacto en el ecosistema y en el cauce de La Cotrullo. Pese a que se había autorizado una tala controlada en el lugar, el uso de maquinaria y la ocupación del cauce no contaban con el aval de la autoridad ambiental, lo cual podría afectar la biodiversidad y el suministro hídrico de la comunidad.

Según la inspección de la Dirección Regional Magdalena Centro, algunas personas habrían apilado piedras, tierra y plástico entre ambas orillas para retener el agua y beneficiarse de manera privada, en un acto considerado ilícito.

Foto: CAR Cundinamarca.

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