Steven Herrera, un joven de 26 años, completó una travesía inédita: atravesó Colombia corriendo desde el punto más septentrional del país, Punta Gallinas (La Guajira), hasta el puente internacional de Rumichaca, en Nariño. Fueron 90 días en los que sumó más de 2.570.646 pasos y superó selvas, montañas, zonas rurales y corredores viales que conectan extremo norte y extremo sur del territorio.
La travesía, que realizó acompañado por su amigo William, quien lo escolta y asiste en cada jornada, se convirtió en un registro histórico para el atletismo de aventura en Colombia. Más que una hazaña deportiva, su recorrido se consolidó como un testimonio de resistencia física y disciplina sostenida durante tres meses continuos.
¿Cómo logró Steven Herrera completar los más de 2.000 kilómetros por Colombia?
Herrera avanzó por etapas diarias que variaban según las condiciones del terreno y del clima. Las carreteras desérticas de La Guajira, las pendientes de la región andina y los corredores húmedos del suroccidente hicieron del recorrido una prueba que combinó variaciones extremas de temperatura, altitud y desgaste técnico. Aun así, mantuvo un promedio constante que le permitió cumplir la travesía en los 90 días proyectados.
El corredor documentó varios tramos del viaje para evidenciar el contraste de paisajes y la evolución física que requiere un reto de este tipo. Según su equipo de apoyo, lo esencial fue la regularidad, la hidratación y la adaptación progresiva a los cambios del entorno. Su llegada a Rumichaca marcó el cierre de la primera etapa de un proyecto continental que continúa en curso.
¿Cuál es el objetivo final del corredor?
Tras alcanzar Rumichaca, Herrera no detuvo su marcha. Su proyecto es más ambicioso: se dirige ahora hacia la Patagonia argentina con la intención de convertirse en la primera persona en correr Suramérica de extremo a extremo. Su ruta contempla cruzar Ecuador, Perú, Chile y Argentina, en una travesía que podría superar varios miles de kilómetros adicionales.
El corredor ha explicado que su meta busca demostrar que la resistencia humana puede trazar rutas que antes parecían imposibles. Aunque su desafío no se enmarca en competencias formales, su travesía ha despertado interés por el carácter exploratorio y la magnitud del esfuerzo. William continúa acompañándolo, sumándose al operativo improvisado que permite mantener el ritmo, la seguridad y la logística básica durante los trayectos.
Fueron 90 días en los que sumó más de 2.570.646 pasos
y superó selvas, montañas, zonas rurales
y corredores viales que conectan.










