- Publicidad -

La Fiscalía General de la Nación encontró similitudes entre nueve asesinatos ocurridos en Bogotá entre 2021 y 2022, seis de estos casos se reportaron entre enero y junio del presente año, hecho que prendió las alarmas de los Cuerpos de Investigación Criminal.

La principal similitud se encuentra en que todas las víctimas habían sido inyectadas con una combinación de fármacos que incluyen medicamentos para tratar la epilepsia, barbitúricos para el sistema nervioso central y medicinas para dopar o practicar la eutanasia en animales.

Otra coincidencia es la localización de los cadáveres. De los seis casos presentados este año, uno fue reportado en el río Fucha, localidad de San Cristóbal; tres en la antigua vía al Llano, en Usme; otro en el páramo El Verjón, localidad de Santa Fé, y un sexto en la vereda Quiba, Ciudad Bolívar.

Juan Sebastián Jiménez, experto en seguridad de la Universidad Nacional, comenta, respecto a las localidades donde se encontraron los cuerpos: “ha sido históricamente un cinturón de máxima importancia para las economías ilegales que se mueven en torno al microtráfico y donde se disputan grandes estructuras criminales el control”.

Para uno de los investigadores, otro importante patrón y que podría esclarecer más lo que sucede en la capital es que, “los cuerpos hallados durante este periodo de tiempo coinciden en que son jóvenes y que oscilan entre los 20 y 38 años. Todos eran reconocidos como consumidores habituales de sustancias, con procesos de rehabilitación inconclusos y con dinámicas familiares complejas”.

Lea también: Caso Adriana Pinzón: Las otras denuncias tras Jonathan Torres


Otra Hipótesis

Otra hipótesis es que las víctimas fueron asesinadas en ajustes de cuentas por la distribución y venta de estupefacientes. Esta hipótesis es respaldada por Jiménez, ya que, según él, podría tratarse de una nueva modalidad de suicidio asistido.

Paula Andrea Amaya, psicóloga forense y perfiladora criminal de la Universidad Manuela Beltrán, comentó para el diario El Tiempo, que, “el modus operandi cambió desde hace unos cinco años. Estamos encontrando que el uso de ácidos, fármacos y elementos de venta libre son priorizados por los agresores porque estos no dejan un elemento material probatorio en la escena y por ser de bajo costo. Son altamente usados porque también evitan que se pueda perseguir el rastro del crimen”.

Son seis los casos que se han reportado entre enero y junio del 2022.

Foto portada: imágenes de referencia. Autoría: Envato Elements (@LightFieldStudios, @Anankkml y @AlexVog).

Más de Bogotá

Deje su mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *