Los menores son los principales vulnerados ante los conflictos de sus padres

La violencia en Colombia no tiene fin, aunque en días anteriores se habló de una disminución en diferentes problemáticas que abaten el territorio nacional, también se habló de la preocupación que hay frente al incremento de violencia intrafamiliar, donde los más vulnerados están siendo los menores de edad, tanto psicológica como físicamente.

Un desafortunado ejemplo de ello es el caso del niño Gabriel Esteban Cubillos quien fue asesinado por su padre en un hotel en Melgar debido a que este sujeto tendría problemas personales con la madre del menor, eso se deja ver en el mensaje de texto que el confeso asesino deja llegar a la mujer por WhatsApp en el que afirma haber acabado con la vida de su hijo y da detalles del hecho.

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A este caso se suman varios de niños a los que los cercanos a ellos les han arrebatado la luz de sus ojos, la inocencia de su vida y han causado dolor en sus familias y en la comunidad. Sara Sofía Galván, la recordada niña de 2 años que desapareció el año pasado en Ciudad Bolívar y aunque ha pasado más de año y medio no hay una sola pista que lleve a las autoridades a su paradero.

En este caso los principales sospechosos de la desaparición de Sara Sofía son: su madre, Carolina Galván, quien ha dado una variedad de versiones distintas a las autoridades, y Nilson Díaz, su padrastro. Dentro de las versiones que entregan los dos sospechosos están: que la niña fue hallada muerta en su casa, otra dice que la madre la habría golpeado y le causó la muerte y la otra dice que lanzaron a la pequeña a un caño de la ciudad; sin embargo, nada ha sido confirmado debido a que el cuerpo de la menor nunca se encontró.

Johan Sebastián Rugeles, un menor de 7 años que fue reportado como desaparecido en 2014 y que horas después lo hallaron sin vida en Ciudad Bolívar; al momento de encontrar el cadáver del menor las autoridades realizaron las investigaciones pertinentes y todo indicó que la responsable fue su madre, María Eugenia García, quien habría confesado el crimen.

El niño fue encontrado con signos de tortura y se evidenció que la madre del menor ya había querido deshacerse del niño cuando tenía 20 días de nacido.

Otro caso es el de un menor de 2 años que fue asesinado en el municipio de Chía este año en el mes de agosto presuntamente a manos de su padrastro, quien lo habría golpeado hasta causarle un trauma craneoencefálico severo; el presunto asesino fue capturado por las autoridades del municipio.

Luis Santiago Lozano, uno de los casos que más ha conmocionado al país, el pequeño de 11 meses que fue reportado como desaparecido por su padre, Orlando Pelayo, en los medios de comunicación; al tratarse de un menor de edad, la policía comenzó las investigaciones y horas más tarde se encontró responsable al propio padre quien habría mostrado preocupación ante las cámaras de medios masivos.

Orlando Pelayo, contrató a un hombre y una mujer para que sacaran a Luis Santiago de la vivienda en la que se encontraba el menor y su madre; irrumpieron en el hogar y se llevaron al niño no sin antes golpear y abusar sexualmente de la madre. Tras la captura, los implicados aseguraron que este crimen que fue generado por el padre fue debido a una venganza hacia la madre ya que pasaban un mal momento en su relación como pareja.

Estos son solo algunos ejemplos de todas las veces que menores han sido las mayores víctimas de quienes se deben encargar de su cuidado y respaldo; como comunidad se sigue haciendo un llamado a las autoridades y a las entidades encargadas de los menores para que se vele por la seguridad, integridad y vida de los niños.

Foto portada: Envato Elements.