La molestia del día del padre

Por: C. Mauricio Riveros B.

Cada año las redes se inundan con reclamos, muchos de ellos divertidos, sobre la modestia celebración del día del padre, en comparación con el alborozo social y comercial del día de la madre.

No hay mejor regalo que el ejemplo – usualmente de padres a hijos, de mayores a menores. ¿Cómo hacemos para que la juventud lea? Es una pregunta frecuente en redes y reuniones que airadamente señalan a los jóvenes como una inversión perdida. ¿En serio?

Es inconmensurable el tráfico de archivos en formato PDF que trafican los jóvenes por redes ¡y lo que leen! Eso sí, usan otros medios para acceder a la lectura. Yo creo que son ellos quienes han “volteado la torta” y en una celebración como la del día del padre pueden demostrarlo.

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En lugar del consabido par de calcetines y calzoncillos (émulo del regalo navideño) sugiero probar otras cosas:

• Biografías de los personajes favoritos de papá – o alguno que pudiese interesarle según su tema de conversación.
• Una edición “tapa dura” de un libro: especial, conmemorativa, con ilustraciones exclusivas y caja de regalo.
• Un lector de libros electrónicos con retroiluminación, tipos de letra, multiformato, conexión a diccionarios y librerías online.
• Un marcador de libros para que a papá no se le pierda la página donde va leyendo, muy especial (y económico) porque puede ser elaborado artesanalmente por sus hijos, totalmente personalizado a sus gustos.
• O tal vez el popular bono de compra de una librería para que papá escoja su libro favorito.

¿Estos regalos quedarían sin uso de inmediato o – en el mejor de los casos – en un par de semanas terminarían como acumuladores de polvo en cualquier estante o cajón? ¿Hay espacio en su vida de papá para leer, compartir sus lecturas en familia o con amigos, mejorar su cultura, su ortografía y su criterio personal a través de la lectura?

Si estos regalos no se identifican con usted, su estilo de vida o sus “preferencias personales”, entonces el problema de esta sociedad es usted, no “la juventud” que sí lee, que ha desarrollado criterio leyendo (o al menos lo está intentando) y que le regala cosas para que tome ejemplo. Usted es quien finalmente decide con su actitud y su ejemplo si solo necesita calcetines y calzoncillos.

Feliz día del padre.

Un regalo también puede ser un llamado de atención, en este caso para que papá ponga más atención en ser un buen ejemplo.