Colombia entra en una fase de alerta ambiental ante el aumento sostenido del riesgo de incendios forestales previsto para finales de 2025 y comienzos de 2026. La combinación de altas temperaturas, reducción de lluvias y presión sobre los ecosistemas ha llevado a los departamentos a anticiparse a un escenario que, año tras año, pone en riesgo comunidades rurales, zonas protegidas, infraestructura pública y la vida de quienes habitan los territorios más vulnerables.
Frente a este panorama, los gobernadores del país avanzan en una estrategia conjunta con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), orientada a fortalecer la capacidad institucional para prevenir, atender y responder de manera oportuna a emergencias asociadas a la temporada seca. La apuesta se centra en la planificación anticipada, la coordinación interinstitucional y el refuerzo de los organismos de respuesta en los territorios.
Cali, epicentro de la coordinación nacional
La ciudad de Cali fue el punto de encuentro para una jornada de trabajo que reunió a 12 gobernadores del país junto a la UNGRD. Durante el encuentro se socializaron y formalizaron convenios diseñados para robustecer las capacidades territoriales en gestión del riesgo, con énfasis en incendios forestales, eventos climáticos extremos y emergencias de origen natural.
La agenda permitió avanzar en acuerdos técnicos y financieros que buscan cerrar brechas históricas en equipamiento, comunicaciones y logística operativa. El mensaje fue claro: la atención de emergencias no puede improvisarse y requiere inversión sostenida, planificación y trabajo coordinado entre la Nación y las entidades territoriales.
Cundinamarca refuerza su capacidad operativa
Uno de los convenios destacados fue el suscrito por Cundinamarca, que contará con una inversión de $2.507 millones para fortalecer su preparación frente a incendios forestales y otros eventos asociados a la variabilidad climática. Los recursos estarán dirigidos principalmente al fortalecimiento de los cuerpos de bomberos del departamento, actores fundamentales en la primera línea de respuesta ante este tipo de emergencias.
La inversión permitirá dotar a los organismos de socorro con equipos especializados para la atención de incendios forestales, así como avanzar en la implementación y modernización de sistemas de comunicación multipropósito, fundamentales para mejorar la coordinación en situaciones críticas. Estos sistemas serán la base para el desarrollo de Sistemas de Alerta Temprana Comunitaria, una herramienta estratégica para advertir oportunamente a la población y reducir riesgos.
Vehículos y tecnología para responder a emergencias
El acuerdo contempla, además, la adquisición de un parque automotor que incluye un camión cisterna, un vehículo de intervención rápida tipo camioneta y dos vehículos para el transporte de personal operativo, todos dotados con tecnología de comunicaciones. Esta infraestructura permitirá mejorar la movilidad, el despliegue en terreno y la capacidad de respuesta en zonas rurales y de difícil acceso.
La incorporación de estos recursos busca reducir los tiempos de atención, optimizar la coordinación entre entidades y garantizar que los equipos de emergencia cuenten con las condiciones necesarias para actuar de manera segura y eficiente.
Un mensaje de anticipación y trabajo conjunto
Durante la jornada, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey Ángel, subrayó la importancia de la articulación interinstitucional como herramienta para anticiparse a los riesgos que enfrentan las comunidades. En sus declaraciones, destacó el valor de estos espacios de coordinación nacional y reconoció el liderazgo de la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro Torres, como anfitriona del encuentro, así como el papel preponderante del director nacional de la UNGRD, Carlos Carrillo Arenas, en la consolidación de una agenda común para la gestión del riesgo.
Las decisiones adoptadas en Cali reflejan un enfoque preventivo que gana terreno en las regiones y que busca reducir el impacto social, ambiental y económico de las emergencias. En un contexto de cambio climático y presión sobre los ecosistemas, la preparación y la inversión se convierten en herramientas determinantes para proteger la vida, los recursos naturales y la infraestructura del país.
Este trabajo articulado procura reforzar una gestión del riesgo más robusta y cercana a los territorios, donde la planificación anticipada deja de ser un discurso para convertirse en la principal herramienta frente a las amenazas ambientales que hoy ponen a prueba a Colombia.
El país entra en modo prevención frente a un escenario
crítico de incendios forestales para finales de 2025 y 2026.
