Un deslizamiento de gran magnitud mantiene cerrada la Vía Bogotá–Villavicencio desde la noche del 6 de septiembre. El evento se presentó entre los puntos de referencia PR 18+300 y PR 18+600, en jurisdicción de Chipaque (Cundinamarca).
De acuerdo con la Gobernación, el material continúa descendiendo con alta humedad, lo que dificulta las labores de limpieza. A la fecha, se han removido cerca de 3.300 metros cúbicos de tierra y roca, aunque los estudios preliminares indican que el volumen total del derrumbe podría superar los 100.000 m³.
Las operaciones, adelantadas por el Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca (ICCU), la Dirección de Tránsito y Transporte (DITRA) y organismos de emergencia, incluyen el uso de 23 volquetas, tres retroexcavadoras, dos cargadores y dos minicargadores. Asimismo, se realizan evaluaciones geotécnicas y topográficas para determinar la estabilidad del talud.
¿Qué propone el gobernador Jorge Rey frente a la crisis en la Vía al Llano?
El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, anunció que insistirá en que el Presupuesto General de la Nación 2026 contemple los recursos necesarios para dar una solución definitiva a los constantes cierres en la carretera Bogotá–Villavicencio.
Rey enfatizó en la urgencia de avanzar en la construcción de la doble calzada entre Cáqueza y Bogotá. “No podemos seguir lamentándonos año tras año del mismo mal”, señaló el mandatario.
La Gobernación se comprometió a mantener informada a la ciudadanía mediante reportes periódicos que permitan planificar los viajes de manera más segura.
¿Qué vías alternas se pueden usar tras el cierre de la Vía al Llano?
Durante la contingencia, las autoridades recomendaron evitar al máximo los desplazamientos por este corredor. La ruta alterna principal habilitada es la vía al Sisga – Guateque – Sogamoso, mientras que el paso por Choachí se sugiere únicamente para vehículos tipo 4×4.
Los usuarios deben atender en todo momento las indicaciones del personal autorizado en la zona, pues aún no existe una hora estimada para la reapertura del corredor.
Un deslizamiento de gran magnitud mantiene cerrada
la Vía Bogotá–Villavicencio
desde la noche del 6 de septiembre.