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Casino y juegos de azar: Una dinámica trayectoria de cambios y evoluciones

Los casinos online se han convertido en todo un fenómeno dentro de la industria del entretenimiento. En la actualidad, podemos acceder desde cualquier punto del mundo y en cuestión de segundos a todo tipo de formatos y juegos de azar. Pero, ¿dónde se encuentra el origen de esta revolución?

A continuación, analizamos el recorrido histórico de los juegos de azar y los casinos a nivel global. ¡Toma nota!

El origen de los juegos de azar

Los primeros juegos documentados se remontan a hace más de 40.000 años en forma de huesos de astrágalo que emulaban una suerte de dados. Igualmente, existe constancia de diferentes referencias a juegos de azar como tal datados en el 2.300 a.C. En realidad, su presencia es transversal a diferentes culturas y períodos históricos. En Egipto, por ejemplo, existía un formato poliédrico que se empleaba en el ámbito litúrgico y cuyo funcionamiento respondía directamente a las leyes del azar. Si nos retrotraemos a los límites de la península Ibérica y analizamos el desarrollo de los juegos con el suceder de los siglos, descubrimos que su presencia fue una constante en todos los pueblos que la ocuparon. Aunque los juegos de azar como tal ya habían sido desarrollados completamente antes de la irrupción de los romanos, fueron ellos los que multiplicaron su alcance y popularidad como alternativa de ocio lúdica. Lo cierto es que las apuestas constituían una práctica muy arraigada tanto en Grecia como en Roma, especialmente en el contexto deportivo. No tenemos más que echar un vistazo a los juegos de Olimpia, las luchas de gladiadores o las carreras de carros.

Más tarde, los formatos que adquirieron especial protagonismo fueron los de cartas que, según la hipótesis más aceptada, fueron herencia directa de la civilización árabe. En la baraja española podemos encontrar la representación de los cuatro estamentos en que se dividía la sociedad feudal.

El nacimiento de los primeros casinos

La integración del juego a nivel social, económico y cultural se acentuó al configurarse la idea de una sede oficial en donde se reunieron todos los jugadores con un objetivo común y en donde pudiesen acceder a una mayor variedad de juegos. Lo más común era encontrar salones o tabernas, así como otros puntos que no estaban destinados de forma exclusiva al juego. Oficialmente, el primer casino de la historia abrió sus puertas en Italia. Su origen etimológico proviene de “casa” pues las primeras reuniones de jugadores comenzaron a llevarse a término en casas de campo. Si bien es cierto que las finalidades de estos espacios no estaban orientados únicamente al juego, con el paso del tiempo ésta acabo siendo la actividad central. El primer casino en el sentido más técnico de la palabra se ubicó en Venecia y comenzó a funcionar en 1638. A partir de ahí, comenzó a extenderse al resto del mundo.

Hubo que esperar dos siglos después, es decir, al siglo XIX, para que los míticos salones de juego del lejano oeste se convirtiesen en una tendencia en Estados Unidos. Las Vegas, por su parte, pasó a posicionarse como en el epicentro mundial del mundo del juego en el siglo XX. A pesar de que su presencia ha sido un elemento común a todas las épocas históricas y sociedades, no podemos obviar que el juego, de forma inevitable, ha contado con ciertos estigmas. En Nevada, por ejemplo, estuvo prohibido durante mucho tiempo pero, sin embargo, el incesante incremento de su notoriedad llegó hasta tal punto que los casinos finalmente, se legalizaron.

Los casinos que más se corresponden con el concepto que tenemos en la actualidad, irrumpieron en España aproximadamente en el siglo XIX. No obstante, eran bastante distintos a los que podían encontrarse en Italia o Francia. En España, la fórmula que arraigó era la del casino cultural o recreativo, es decir, clubes privados de acceso restringido a ciertos segmentos de la burguesía y los estratos sociales más elevados, inspirados en los clubes de caballeros británicos. Dentro de estos enclaves se llevaba a cabo una gran diversidad de actividades sociales entre las que se encontraban formatos de juego clásicos como las cartas, el dominó o el ajedrez.

Regulación del Juego

Con la dictadura de Primo de Rivera en 1923 los casinos y salones fueron prohibidos por ley. La consecuencia de su implementación fue el cierre masivo de locales. Hubo que esperar al regreso de la Democracia con la muerte de Francisco Franco para que volviesen a ser regulados con la entrada en vigor de la Ley del Juego en 1977. A pesar de ello, no resultó nada fácil y se cotejó la posibilidad de prohibirlo definitivamente si bien una buena parte de la ciudadanía estuvo a favor de los juegos de azar y, por tanto, se despenalizaron. Fue entonces cuando los modelos de negocio contemporáneos comenzaron a proliferar con la apertura de establecimientos físicos profesionales. La curva de desarrollo no ha hecho más que incrementarse hasta llegar a convertirse en una de las industrias más sólidas del país.

Madrid y Barcelona acogieron los primeros locales profesionalizados. Uno de los ejemplos más emblemáticos es el Casino de Torrelodones cuya trascendencia no sólo se limita a España sino, también, a todo el continente Europeo.

Hoy el país cuenta con más de 40 establecimientos físicos como tal (si no contabilizamos las casas de apuesta o los bingos). Aunque el debate y la controversia siempre ha estado presente en todo lo que rodea a la regulación del juego, a lo largo de las últimas décadas no ha habido grandes riesgos para la industria desde el punto de vista legal. Más bien, con el paso del tiempo, las leyes han sufrido un constante proceso de actualización.

Casinos online

Los casinos online hoy constituyen una gran competencia para los establecimientos físicos. No sólo en lo que respecta a la variedad de sus catálogos en donde se fusionan las soluciones más clásicas como juegos de ruleta, el póker o el blackjack con otras alternativas más novedosas. También porque cada vez proporcionan entornos de juego más inmersivos y realistas.

La transición digital ha generado un drástico impacto global en la industria de los casinos. Hoy, las fórmulas online se imponen en una generación de nativos digitales. No sólo por las grandes ventajas que representan debido a la ruptura con las restricciones geográficas o su compatibilidad con todo tipo de dispositivos. También como consecuencia de unas propuestas de valor cada vez más sofisticadas desde el punto de vista creativo y técnico.

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