En Colombia, desde hace dos años y ocho meses, el fenómeno de La Niña ha golpeado fuertemente a las varias regiones del país. El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) estima que se alargará hasta marzo del 2023, porque las precipitaciones de este periodo fueron más recurrentes en comparación a tiempo atrás.

Y, en consecuencia, varios sectores resultaron afectados económicamente, principalmente el agro en Cundinamarca.

El incremento de la salinidad en los suelos es otra consecuencia de La Niña que no solo impide la adaptación de nutrientes de las plantas, sino también la actividad microbiana del suelo. Hay pérdida de cobertura y cambios en la estructura física. Por esta razón, es necesario tener un plan de prevención y acción para recuperar los suelos de los cultivos a pesar de las predicciones, y mejorar la producción y la economía del sector en los meses siguientes.

Ahora, según el manual de “Recomendaciones sobre manejo de suelos afectados por inundaciones”, escrito por Carlos Abaunza, Cesar Terán, Martha Bolaños y Julio Galindo, se dice que: “después de que se retire el agua de los suelos, se debe analizar el predio teniendo en cuenta la humedad superficial, esto se puede hacer a través de un recorrido lote por lote, verificando que no haya presencias de sedimentos y de capas mucilaginosas que sellan el terreno; a partir de estos se pueden hacer drenajes buscando “la cota” más baja del área. Después, se realiza una perforación hasta encontrar el nivel de las aguas subsuperficiales o nivel freático, de acuerdo con la pendiente del lote. Y, posteriormente, siempre es una indicadora de la condición que habita, la variedad y cantidad de especies permitirá hacer inferencias sobre el estado del suelo, desde su compactación hasta la salinidad o modicidad, porque esta es una capa amortiguadora del movimiento del agua, por lo tanto, debe procurarse conseguir este objetivo rápidamente. Evitando costras salinas y alcalinas, además de impedir la compactación de la superficie por acción de las lluvias”.

Asimismo, en el caso de las hortalizas, se puede recuperar el suelo activando los microorganismos que existen en él, con productos naturales y biológicos.

Es necesario tener un plan de prevención y acción para recuperar los suelos de los cultivos a pesar de las predicciones.

Foto portada: Imagen de referencia Depositphotos

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