56 años de prisión por abuso sexual y asesinato de niño en San Cayetano, Cundinamarca 

La sentencia ejemplar incluye una multa de 800 salarios mínimos y marca un precedente en casos de violencia contra menores en Colombia.

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En la fotografía, momento en que fue capturado el hoy condenado a más de 56 años.
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Un juez de conocimiento impuso una pena de 56 años y 6 meses de prisión a un hombre declarado responsable del abuso sexual, tortura y homicidio agravado de un niño de dos años y ocho meses en San Cayetano, Cundinamarca. La sentencia, emitida tras la aceptación de cargos, incluye además una multa de 800 salarios mínimos legales mensuales vigentes. 

Los hechos: Un crimen que conmocionó a Colombia 

El 18 de octubre de 2024, en una finca de la vereda Los Ríos, el ahora condenado aprovechó que estaba a cargo del menor para someterlo a actos de tortura y acceso carnal violento, causándole la muerte. 

Inicialmente, el hombre intentó engañar a las autoridades, alegando que el niño había caído de un caballo y que el animal le había pasado por encima. Sin embargo, las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación y el Instituto Nacional de Medicina Legal revelaron la verdad: la víctima sufrió golpes contundentes y violencia sexual extrema, lo que confirmó un homicidio agravado con ensañamiento. 

Condena ejemplar y recursos pendientes 

Durante la audiencia preparatoria, el acusado reconoció su responsabilidad en los delitos de: 

  • Homicidio agravado. 
  • Tortura. 
  • Acceso carnal violento con menor de 14 años. 

La sentencia, aunque contundente, es de primera instancia, por lo que el condenado aún puede interponer recursos legales. No obstante, la decisión judicial marca un precedente en casos de violencia contra menores en Colombia. 

Impacto social y reacciones 

Este crimen generó indignación nacional, en el que la comunidad pide que se implanten penas más severas para delitos contra menores. Autoridades judiciales destacaron la rapidez en la investigación, que permitió una condena en tiempo récord. 

Mientras el condenado enfrenta su pena, la familia del menor busca justicia y reparación. El caso sigue en desarrollo, y se espera que la segunda instancia ratifique la sentencia. 

Un crimen que estremeció a
Colombia: la justicia responde
con una
condena contundente.