By Redacción
En Colombia, existen más de 150 hidroeléctricas, entre las que se destacan el Guavio (Cundinamarca), San Carlos (Antioquia) y Chivor (Boyacá). Estas plantas son fundamentales para el suministro eléctrico del país. Además, hay 61 plantas térmicas que generan aproximadamente el 30% de la energía. También se cuenta con una proporción menor de parques solares y eólicos, que generan más de 18.000 megavatios.
Sin embargo, ante la inminente llegada en julio del fenómeno de El Niño, una temporada de sequía e intenso calor, el Gobierno Nacional y las compañías generadoras de energía en Colombia han encendido las alarmas. La preocupación radica en la posibilidad de que el país sufra un apagón o racionamiento eléctrico debido a la disminución de los niveles de agua en los embalses de las hidroeléctricas, que son responsables de cerca del 70% de la energía consumida por los colombianos.
“La lección del 92 fue muy dura, el país pasó más de diez horas diarias sin energía eléctrica, pero eso nos hizo poder construir el diseño de mercado que tenemos hoy: un diseño de mercado robusto y fuerte” expresó, Natalia Gutiérrez Jaramillo, presidente de Acolgen.
Las plantas térmicas están preparadas para generar energía cuando se requiere, especialmente cuando los aportes hídricos disminuyen Federico Echavarría, gerente de las AES, afirma que estas plantas están listas para cumplir con la demanda energética del país en situaciones críticas, ¿cómo se garantiza que realmente responderán? La respuesta radica en el ‘cargo por confiabilidad’, un impuesto que los colombianos han pagado en las facturas de energía desde el año 2006.
Asimismo, los expertos enfatizan que, además de las medidas tomadas, es crucial que la comunidad también se comprometa personalmente para responder a través del ahorro energético individual con pequeñas acciones, como apagar las luces innecesarias, regular el uso de electrodomésticos, entre otros.
Ante la inminente llegada en julio del fenómeno de El Niño, una temporada de sequía e intenso calor, el Gobierno Nacional y las compañías generadoras de energía en Colombia han encendido las alarmas.
