La justicia colombiana resolvió esta semana dos casos de homicidio ocurridos recientemente en los municipios de Zipaquirá y Nemocón (Cundinamarca). Ambos hechos, registrados en 2024, evidenciaron una vez más las consecuencias de la violencia cotidiana. Las condenas dictadas por los jueces dan un cierre judicial, pero también invitan a reflexionar sobre el tejido social y las causas que siguen detonando este tipo de tragedias.
Asesinato por riña en Zipaquirá:
En Zipaquirá, el caso corresponde a una discusión entre dos personas que terminó en un ataque con arma blanca en vía pública del barrio Samaria. La víctima falleció producto de las heridas, y tras la investigación de la Fiscalía, el responsable aceptó su culpabilidad en un preacuerdo judicial. Fue condenado a 16 años y 8 meses de prisión.
Asesinato a hombre en condición de calle, en Nemocón:
En Nemocón, el crimen tuvo como víctima a un hombre en condición de calle, quien fue atacado mientras dormía. El agresor, también identificado y procesado, aceptó los cargos, lo que permitió una condena de 17 años y 6 meses de prisión. Este caso evidenció la vulnerabilidad extrema en la que viven muchas personas en la región, y los riesgos que enfrentan incluso en espacios donde deberían sentirse a salvo.
Las investigaciones estuvieron a cargo de la Fiscalía Seccional Cundinamarca. Los responsables cumplirán sus condenas en centros penitenciarios.
Las condenas dictadas por los jueces dan un cierre judicial, pero también invitan a reflexionar sobre el tejido social y las causas que siguen detonando este tipo de tragedias.
