Por: Penélope Vargas Porras.

Hace algunos días junto con mi hermano de once años fuimos víctimas de un ataque racista por las calles cuando una señora nos gritó “tía Paola” esta vez a través del racismo: “no te estoy tocando”, un tipo de acoso intencionalmente racista sin que lo sea evidentemente, buscando generar algún tipo de reacción negativa a la víctima, con “chistes” de mal gusto. En este caso es un fragmento de audio en el que Yanfry dice “Tía Paola” y combinado con el sonido de un trend anterior: “Pintamos toda la casa de blanco, sin dejar caer una sola gota de pintura…”, en el audio original del programa continúa el protagonista diciendo “¡¿Qué es eso?!” Pero esta parte fue eliminada y reemplazada por el audio de Yanfry diciendo “tía Paola”.

El primer video con este audio, en la parte donde dice “tía Paola” aparece un niño negro de juguete, por lo tanto, el chiste se centra en la similitud del muñeco y Yanfry. Es decir, el trend consiste en el momento que se escucha “tía Paola” aparece una persona, un animal u objeto negro.

Promoviendo el acoso racista disfrazado con la excusa de que “tía Paola” no tiene nada que ver con el color de piel, que lo comenten a las personas negras virtualmente y en las calles es mera coincidencia, el racismo no existe y además solo quieren mostrar la ternura y la similitud de Yanfry, porque él y su voz es muy dulce, igualmente Yanfry es el que dice “tía Paola” es una similitud de que cualquier objeto u animal de color negro se parece a Yanfry, argumentan la mayoría de los comentarios que niegan el racismo del trend (contradictorio a mi parecer). ¡Entonces ahí es donde surge en mi cabeza si me gritan en la calle “tía Paola” una adaptación de la magistral canción “Me gritaron negra!”, de Victoria Santa Cruz.

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«Tenía siete años apenas,

apenas siete años

¡Qué siete años!

¡No llegaba a cinco siquiera!

De pronto unas voces en la calle

¡Me gritaron tía Paola!

¡Tía Paola! ¡Tía Paola! ¡Tía Paola! ¡Tía Paola! ¡Tía Paola! ¡Tía Paola! ¡Tía Paola!

“”Soy acaso tía y Paola?””— me dije

¡SÍ!

“”Qué cosa es ser tía Paola?””

¡Tía Paola!

Y yo no sabía la triste verdad que aquello escondía.

¡Tía Paola!

Y me sentí negra,

¡Negra!

Como ellos decían

¡Negra!

Y retrocedí

¡Negra!

Como ellos querían (…)»

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“Tía Paola”, no es el primer ni el último (por desgracia), chiste racista con el que nos encontraremos las personas negras para retroceder ante ellos. Cuestionando los estereotipos de belleza que nos hacen creer que debemos vernos más claros, odiar nuestros cabellos, nuestras facciones, nuestras raíces porque son sinónimo de vastedad y burla, una pesada carga que se nos impone desde muy temprano, mientras retumba en nuestro interior el supuesto sinsabor del significado negro, como si eso fuese un defecto, una mancha. En cambio, es una identidad, es ritmo, es belleza.

No me avergüenzo de ser negra, pues negra soy. Además, recuerdo cómo reaccionaba ante los que me decían negra a los cinco años y respondo a la pregunta titular besando mi piel y exclamando: ¡y qué lindo es mi color!

 

Retumba en nuestro interior el supuesto sinsabor del significado negro, como si eso fuese un defecto, en cambio, es una identidad, es ritmo, es belleza.

Penélope del Mar Vargas
Estudiante de Relaciones Internacionales y Estudios Políticos de la Universidad Militar Nueva Granada, Fundadora de 'Dyvernal Podcast', Directora de la Red Índice Activista.

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