El país se encuentra conmocionado ante el trágico desenlace del feminicidio de Érika Aponte, una joven de 26 años que perdió la vida a manos de su expareja, Christian Camilo Rincón Díaz, en el reconocido centro comercial Unicentro, ubicado en la ciudad de Bogotá.
Los hechos ocurrieron en la zona de comidas de Unicentro, donde Rincón Díaz disparo dos veces contra Aponte, causándole la muerte de manera instantánea. Tras cometer el acto, el agresor intento suicidarse, pero su arma se “encasquillo”, frustrando sus intenciones. Sin embargo, en un tercer intento, Rincón Díaz, consiguió dispararse en la cabeza.
Ante la gravedad de las heridas, el homicida fue trasladado a la Clínica Santa Fe el domingo por la tarde, donde los médicos lucharon por preservar su vida. Pero, en la mañana de este lunes 15 de mayo, se confirmó su fallecimiento por parte de las autoridades.
La trágica historia de Aponte obtiene un nuevo matiz al conocerse que la víctima había denunciado previamente a Rincón Díaz y solicitado medidas de protección debido a las amenazas que recibía. Esta situación pone de manifestó las falencias en los mecanismos de protección a las víctimas de violencia de género en el país.
‼️#Atención: Víctima de feminicidio había denunciado violencia en el contexto familiar tres días antes.
Se estableció que el 11 de mayo se comunicó al servicio telefónico de @integracionbta “llamada de vida” para poner conocimiento la violencia que enfrentaba.
— Personería de Bogotá (@personeriabta) May 15, 2023
Es importante destacar que, en el momento del feminicidio, el agresor llevaba consigo una chaqueta del Sistema de Transporte Masivo y un carné de la empresa Group Seguridad S.A.S, dando una apariencia de normalidad que ocultaba su violento propósito.
Investigaciones adicionales revelan que Rincón Díaz estaba bajo la mira de la Secretaría de Movilidad de Soacha por transportar pasajeros sin autorización, utilizando el nombre de una empresa local. Además, se constata que el asesino tenía antecedentes por lesiones personales en 2021 y por constreñimiento ilegal en 2022. También se descubre que Rincón Díaz figuraba como remiso en los registros del Ejército, lo que significa que nunca regularizó su situación militar.
Tras cometer el acto, el agresor intento suicidarse, pero su arma se “encasquillo”, frustrando sus intenciones. Sin embargo, en un tercer intento, Rincón Díaz, consiguió dispararse en la cabeza.