Cambios urgentes en la normativa laboral pide Contraloría General

Con bombos y platillos se anuncian constantemente cifras que dan a pensar que se está ganando la guerra contra el desempleo en Colombia, razones que los gobiernos esgrimen como logros alcanzados y metas satisfactoriamente cumplidas en sus planes de desarrollo. Pero la realidad al parecer es muy distinta, porque más que acabar con el desempleo se está favoreciendo la informalidad, fenómeno más dañino que la misma carencia de opciones laborales.

Al respecto la Contraloría General de la República se pronunció frente a la reforma laboral que ha venido defendiendo el Gobierno Nacional, para pedir que se debata sobre la necesidad cada vez más apremiante de mejorar condiciones de dignidad así como garantías básicas a los ciudadanos que no se encuentran vinculados formalmente al mundo laboral, sino que han tenido que optar por trabajos atípicos o informales como se les conoce.

“Flexibilización de la vinculación laboral (Empleo Atípico) en Colombia: una revisión sobre algunos de los modelos actuales”, es el título del estudio efectuado por la Contraloría General a través de la Dirección de Estudios Sectoriales de la Contraloría Delegada para el Sector Trabajo, frente a esta problemática, cada vez más profunda.

Vale la pena anotar que al abordar esa problemática, deben contemplarse infinidad de opciones, entre las que se hallan las famosas OPS o contratos de prestación de servicios, las denominadas temporales y desde luego todos los oficios, labores, servicios que se han generado a partir de la aparición de las nuevas tecnologías, tales como plataformas digitales, aplicaciones para todo uso, servicios a domicilio entre muchas otras ofertas.

La Contraloría luego de este estudio juicioso, encontró que el rápido crecimiento de formas de flexibilidad laboral, han favorecido la aparición de empleos atípicos, la informalidad y sobre todo la falta de dignidad en cuanto a las garantías que deben ofrecerse a los trabajadores. En otras palabras, una cosa es poder mostrar que las cifras de desempleo bajan y que se están generando nuevas formas de trabajo, y otra muy diferente asegurar que todas esas nuevas formas de empleo en verdad son dignas y justamente remuneradas.

El ente de control insiste en la necesidad y responsabilidad que le acude al gobierno, de expedir normas y leyes que reglamenten las nuevas formas de empleo, cada vez más numerosas en el país. La brecha en materia laboral, es gigante. Por un lado los grandes emporios económicos y empresas que se fortalecen y ven crecer sus ganancias, mientras que al otro extremo está el trabajador  que ve cada vez más reducidas sus garantías como tal, sus posibilidades de crecer, de ahorrar y de alcanzar sus metas, con ofertas laborales que no son dignas, ni decentes y mucho menos cumplen con las disposiciones propuestas por la Organización Internacional del Trabajo – OIT.

El mencionado estudio arrojó conclusiones bien interesantes frente al tema:

• Las modalidades de empleos atípicos analizados, contribuyen en la disminución de cifras de desempleo, ofreciendo oportunidades a los jóvenes y mujeres en el mercado laboral.
• Sin embargo esa flexibilidad merma considerablemente las garantías y derechos de los trabajadores, al no existir una adecuada tarea de inspección, vigilancia y control por parte del Estado.
• Las cifras de investigaciones y denuncias sobre la tercerización y mediación laboral relacionadas con las modalidades atípicas, han caído sustancialmente, lo que demuestra una debilidad por parte del Estado para garantizar los derechos de los trabajadores colombianos.
• La modalidad de contratos de prestación de servicios, requiere de una regulación efectiva dado que el trabajador tiene todas las de perder, sin estabilidad laboral, asumiendo los gastos de seguridad social y siendo privado de beneficios como primas y vacaciones.
• Aunque se registran algunos logros en cuanto a la legislación laboral, no existe avance frente a las nuevas modalidades de empleabilidad sujetas al auge de las nuevas tecnologías y plataformas, en las cuales prácticamente las garantías laborales son inexistentes.

El organismo de Control de esta manera insta a las diferentes instituciones a tomar medidas de urgencia frente a una situación que se agrava cada vez más, donde los beneficiados aplauden sus logros, pero por otro lado el empleado informal, el colombiano del común sufre viendo como sus ingresos disminuyen y sus derechos laborales se vulneran sin que nadie vele por sus intereses.

“Pero la realidad al parecer es muy distinta, porque más que acabar con el desempleo se está favoreciendo la informalidad, fenómeno más dañino que la misma carencia de opciones laborales”.