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Año nuevo, para vivir, planear y ahorrar

Uno de los momentos de mayor emotividad del año, llega cuando el reloj marca las 11 y 55 de la noche del 31 de diciembre. Es un momento de sentimientos encontrados, de nostalgias, de tristezas, tal vez de alegrías y esperanzas, es un momento tan efímero, pero a la vez eterno en que por nuestras mentes se cruza el inevitable balance de las cosas buenas que logramos, de las malas que nos sucedieron o de aquellas que dejamos de hacer, de ver qué tanto crecimos profesional, laboral y humanamente, si cumplimos en realidad nuestros sueños o por el contrario tan sólo en sueños, se quedaron.

Unido a este corto instante de reflexión, una vez el telón del año viejo ha caído por completo y el nuevo año empieza a brillar con esplendor, aparecen en escena los obligados rituales propios del momento. La última campanada se confunde entre los abrazos, las lágrimas, las sonrisas y todo aquello que se hace parte del ritual de fin de año, como los famosos agüeros, que no pasan de ser situaciones jocosas, que en nada van a alterar el curso del destino, ni nos van a hacer los apuestos archimillonarios que anhelamos, solo por tener unas espigas o unas uvas sobre la mesa.

Pero pregunto ¿quién no ha caído en la tentación de salir corriendo con una maleta, seguro que de esta manera va a viajar todo el año? O ¿quién no ha sacado hasta el último billete para que el año nuevo lo “coja” con plata en la mano? ¿quién no inundó alguna vez su casa con el aroma a veces repugnante de un sahumerio, que pensamos nos va a solucionar todos los problemas de manera mágica para traer la armonía y paz ansiadas? Bueno creo que alguna vez en la vida lo hemos hecho, pero insisto esto no pasa de ser un momento divertido y nada más, hasta ahí.

Planear y proponer metas, es más sano y productivo, que dejar en manos de objetos, riegos, plantas y demás, nuestro destino y esos proyectos que pretendemos, mucho más si de tener una estabilidad económica se trata.

“no podemos confiar en unas velas, un riego, unas uvas o unas espigas el devenir de un nuevo año. La magia no crea, ni altera el destino, pero planearlo, construirlo, vivirlo, disfrutarlo, esa si es la magia”

 

Tener sueños nos motiva, obliga a nuestro cerebro a trabajar en función de lo que tanto buscamos, nos oxigena, hace que las endorfinas del organismo estén de nuestro lado, que la sonrisa que dibujamos, sea el combustible de las metas que visualizamos y que el universo entero se confabule a nuestro favor. Lo otro, sólo es superstición, charlatanería barata, que insisto nos divierte, pero en nada nos construye.

¿Qué tal si salimos a caminar? O ¿tal vez a dar un buen paseo en bicicleta? La actividad física activa una cantidad inimaginable de músculos del cuerpo, pero además un número infinito de neuronas en nuestro cerebro.  Esta puede ser una inmejorable manera de iniciar el año.

Ahora ¿qué tal salir a mercar o de shopping? Pero no a comprar ropa, frutas o alimentos, sino a adquirir sueños, objetivos, metas. Llenemos nuestra canasta de posibilidades, con metas reales, como el cuidado de la salud, de la autoestima, de dedicar más tiempo para el ejercicio, para la sana alimentación, para bajar esos kilitos de más que no nos hacen bien, para crecer espiritualmente y hasta para mejorar ese temperamento que a veces no podemos dominar.

Si nos sobra algo de tiempo, cosechemos amistades. Nada más gratificante para el ser humano, que contar con personas sinceras, positivas, alegres, ambiciosas, esos seres que alientan el alma y nos empujan a la acción, a ser arriesgados, a construir el mañana, aquellos que como dice el adagio popular, no nos engañan con halagos falsos sino que nos abren los ojos, nos hacen ver la verdad así ésta duela un poco.

Pero hablemos ahora de dinero, que aunque no debe serlo todo en la vida, se hace necesario tener una base sólida, que nos de cierta tranquilidad, estabilidad y permita que muchos de nuestros sueños se hagan realidad.

Dentro de las muchas opciones que abundan en el ciberespacio, me encontré con una opción muy interesante. Alguna vez por ejemplo, ¿se le ha ocurrido ahorrar una suma considerable de dinero, en tan sólo seis meses, sin mayor esfuerzo?

Algunos expertos aconsejan esto:

  • Tratar de ahorrar más del 10% de su salario, lo cual implica planear mejor sus gastos.
  • Tratar de generar algún tipo de ingreso adicional, para lo cual recurra a su creatividad, a su talento a sus posibilidades de emprendimiento.
  • Trate de que sus ahorros produzcan, eso de si de manera segura y confiable.
  • Elabore un presupuesto de ingresos y gastos, dando preponderancia al ahorro no como gasto, sino como inversión.
  • Verifique constantemente el cumplimiento de ese objetivo, recuerde que los buenos propósitos a veces se olvidan después de la segunda semana de enero
  • Propóngase ahorrar, pero estableciendo para qué lo va a hacer, en qué lo va a invertir.
  • Fije una línea de tiempo, lo que lo motivará aún más.

Como contribución a sus buenos propósitos, les compartimos un completo plan de ahorro, inicialmente de un millón de pesos, para que usted inicie con pie derecho este 2022.

Este sistema de ahorro consiste en reunir diariamente una cantidad determinada y guardarla. El imprimible está diseñado para que pueda ir marcando sus logros y al cabo de seis meses, verá el resultado.

 Son muchas las cosas que podemos hacer, innumerables los propósitos por formular y por cumplir, grandes las metas que nos esperan en este año 2022, un año que trae muchas esperanzas, aun en medio de la incertidumbre que genera este nuevo pico la pandemia que viene creciendo, pero que en medio de todo, nos invita a tener fe, a creer en nosotros mismos y a valorar lo que somos, de lo que estamos hechos y lo que podemos dar. Recuerdo, insisto, reafirmo: no podemos confiar en unas velas, un riego, unas uvas o unas espigas el devenir de un nuevo año. ¡La magia no crea, ni altera el destino, pero planearlo, construirlo, vivirlo, disfrutarlo, esa si es la magia!.

Foto portada Personas creado por wayhomestudio – www.freepik.es

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