Un caso registrado recientemente en un restaurante del municipio de Cajicá (Cundinamarca), ha generado preocupación en la región por una modalidad de estafa que se aprovecha de la amabilidad de los comensales. La víctima, quien accedió a compartir mesa con un desconocido durante la hora pico del almuerzo, terminó pagando no solo su comida, sino también la del estafador.
En muchas zonas del país es habitual que, ante la alta demanda de almuerzos tipo «corrientazo», personas solas compartan mesa con extraños, sin mayor inconveniente. Es precisamente esa confianza la que está siendo utilizada para engañar y defraudar a ciudadanos desprevenidos.
¿Cómo funciona esta nueva modalidad de estafa en restaurantes?
El hecho denunciado ocurrió cuando un sujeto pidió sentarse junto a un comensal que se encontraba solo, argumentando que el lugar estaba lleno. Luego de iniciar una conversación casual, el estafador fingió encontrar un cabello en su plato (al parecer, puesto por él mismo) y ofreció llevar el plato a la cocina para exigir un cambio.
Acto seguido, el hombre pidió al otro comensal que confirmara, frente al personal del restaurante, que él le había autorizado hacer el reclamo. La víctima, sin sospechar nada, dijo que sí. No obstante, en lugar de realizar la queja, el estafador aprovechó ese “sí” como coartada para afirmar en la caja que la otra persona pagaría ambos almuerzos. Después, huyó del lugar.
La estafa quedó al descubierto cuando la víctima, al acercarse a pagar, fue informada de que debía cubrir dos consumos. Aunque intentó explicar la situación, el restaurante ya había asumido la versión del estafador, quien había desaparecido.
¿Qué medidas pueden tomar los ciudadanos ante este tipo de engaños?
Las autoridades locales y varios establecimientos de la región han hecho un llamado a los ciudadanos para que estén atentos y eviten este tipo de situaciones. La recomendación principal es no aceptar ningún tipo de responsabilidad verbal sin claridad total sobre lo que implica.
También se sugiere que, ante cualquier irregularidad, los ciudadanos informen de inmediato al personal del restaurante y, en caso necesario, a las autoridades. Asimismo, se invita a los comerciantes a revisar sus protocolos de atención para evitar que hechos similares se repitan.
La víctima, quien accedió a compartir mesa con un
desconocido durante la hora pico del almuerzo, terminó pagando no solo su comida, sino también la del estafador.