La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) otorgó la viabilidad ambiental a la modificación de la licencia del proyecto Construcción de la Troncal de los Andes, en el municipio de Chía, para el tramo comprendido entre el K0+710 y el K2+055. La determinación es el resultado de un proceso de evaluación técnica autónoma, adelantado bajo los parámetros de la normatividad ambiental vigente.
La decisión marca un punto de avance dentro de un proyecto de infraestructura vial que ha estado en el centro del debate regional por su impacto en la movilidad, el ordenamiento territorial y la relación entre desarrollo y protección ambiental en la Sabana Centro.
Evaluación técnica y participación ciudadana
El pronunciamiento de la ANLA se produjo tras un análisis integral de los estudios ambientales presentados por el titular del proyecto, así como de los conceptos emitidos por las entidades con competencia en la materia. A este ejercicio se sumaron los aportes formulados por la ciudadanía en los distintos espacios de participación, incluida la Audiencia Pública Ambiental.
Durante este proceso se recogieron inquietudes relacionadas con la protección de los ecosistemas, la preservación del recurso hídrico y la necesidad de reducir los impactos ambientales en el área de influencia del corredor vial. Según la autoridad ambiental, estos planteamientos fueron valorados como expresión del interés general e incorporados en la definición de las obligaciones que deberá cumplir el proyecto.
Obligaciones ambientales y gestión territorial
La ANLA explicó que la modificación de la licencia incluye un conjunto de compromisos ambientales orientados a prevenir afectaciones y a fortalecer la gestión territorial. En este marco, el titular de la licencia, Accesos Norte de Bogotá S. A. S., deberá implementar medidas dirigidas a la protección, rehabilitación y fortalecimiento de la funcionalidad ecológica de los ecosistemas asociados al trazado vial.
Entre las acciones previstas se encuentran el mantenimiento de las condiciones hidráulicas existentes, la prevención de procesos de deterioro ambiental e inundaciones, y la aplicación de estrategias específicas para el manejo de la conflictividad social en el área de influencia del proyecto.
Educación ambiental y monitoreo comunitario
De manera complementaria, el proyecto contempla programas de educación ambiental, participación ciudadana y monitoreo comunitario. El objetivo de estos componentes es garantizar un seguimiento permanente a los compromisos adquiridos y promover una relación transparente entre el ejecutor de la obra y las comunidades del entorno.
La autoridad ambiental reiteró que su actuación se fundamenta en criterios técnicos, en el diálogo con la ciudadanía y en la protección del patrimonio natural, principios que orientan la toma de decisiones en proyectos de infraestructura con incidencia ambiental.
El acto administrativo que respalda esta determinación se encuentra en proceso de notificación al solicitante y a los terceros intervinientes e interesados, conforme a lo establecido en el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo.
Visión departamental sobre movilidad regional
Desde el ámbito departamental, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey Ángel, señaló que la viabilidad ambiental otorgada por la ANLA permite avanzar en la proyección de infraestructura vial en la Sabana Centro.
El mandatario explicó que la Troncal de los Andes facilitará la construcción de una variante que conecte la vía concesionada departamental Devisab con la Autopista Norte, lo que contribuiría a descongestionar la Avenida Pradilla y a mejorar la movilidad regional.
Doble calzada y conexión Bogotá–Región
El gobernador agregó que la Gobernación avanza en la fase final de estructuración de los estudios y diseños de una doble calzada que iría desde el costado sur de la variante de Cota hasta su integración con la Troncal de los Andes. Esta interconexión tendría una extensión aproximada de ocho kilómetros.
A este corredor se sumaría la prolongación de la Avenida Suba – Cota, cuyos diseños en el tramo cundinamarqués ya se encuentran desarrollados a nivel de detalle. Según explicó, la conexión en doble calzada entre la concesión Devisab, la Avenida Suba-Cota y la Autopista Norte permitiría consolidar un circuito estratégico para la integración Bogotá–Región, con impactos directos en la movilidad, el turismo, la inversión y la generación de empleo.
Posición del municipio de Chía
Por su parte, el alcalde de Chía, Leonardo Donoso Ruiz, afirmó que la licencia otorgada a la Troncal de los Andes responde a una expectativa largamente compartida por los habitantes del municipio y de la región.
El mandatario municipal solicitó a las entidades competentes agilizar los trámites necesarios para que el proyecto avance y se traduzca en una solución estructural a los problemas de movilidad que enfrenta Chía y la Sabana Centro. Asimismo, agradeció el respaldo de la comunidad durante la Audiencia Pública Ambiental y reiteró el compromiso de la Administración Municipal de acompañar el proceso en sus siguientes etapas.
Con la viabilidad ambiental ya otorgada, el proyecto entra en una fase decisiva en la que convergen decisiones técnicas, ambientales y territoriales, mientras la región sigue atenta al desarrollo de una obra que busca reorganizar los flujos de movilidad y responder a las dinámicas de crecimiento del centro del departamento.
Según la autoridad ambiental, estos planteamientos fueron valorados como expresión del interés general e
incorporados en la definición de las obligaciones que
deberá cumplir el proyecto.













