En sesión especial, la Asamblea Departamental de Cundinamarca entregó a la Fundación Parque Jaime Duque la Orden al Mérito “Policarpa Salavarrieta”, Grado Oro, una de las distinciones más prestigiosas del departamento. La ceremonia no solo exaltó la trayectoria de una institución emblemática, sino que también narró, en clave de gratitud, la historia de un proyecto que ha transformado territorios y conciencias durante más de 40 años.
Quienes acudieron en representación de la Fundación — Rafael Torres Quín, María Amparo Torres Quín y Uriel Pardo Olarte— recibieron la condecoración entre aplausos sostenidos. En sus rostros se reflejaba el peso de una misión cumplida y, al mismo tiempo, la certeza de que aún queda camino por recorrer. Han sido ellos, desde un liderazgo silencioso pero firme, quienes han impulsado una visión que hoy inspira a miles: un espacio donde la conservación ambiental, la cultura, la familia y el bienestar social se entrelazan como pilares de un propósito superior.
La distinción reconoce más que una obra institucional; exalta un modelo de turismo con sentido, la recuperación de ecosistemas vulnerables, la formación de ciudadanía y un compromiso permanente con la vida en todas sus expresiones. Cada proyecto, cada reserva restaurada y cada programa comunitario dan cuenta de un trabajo que ha trascendido el tiempo y las generaciones.
En Cundinamarca, donde la biodiversidad y la memoria histórica dialogan a diario, la Fundación Parque Jaime Duque ha demostrado que es posible construir futuro protegiendo el presente. Por eso, esta condecoración no solo celebra un logro: ratifica un camino ejemplar, un legado que sigue floreciendo.
Porque cuando se cuida la vida con convicción, la naturaleza y las personas crecen juntas. Y esta Orden al Mérito es, justamente, el testimonio de esa siembra constante que hoy cosecha reconocimiento, orgullo y esperanza.
“Este reconocimiento honra una labor que ha cambiado la relación de
Cundinamarca con su entorno.”
