El Procurador General de la Nación, Gregorio Eljach Pacheco, lanzó un fuerte llamado al país al advertir que ningún propósito político, ambición económica o estrategia armada justifica el reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes. El pronunciamiento se dio durante la conmemoración del Día de los Derechos Humanos, realizada en la sede del Ministerio Público en Bogotá.
“El reclutamiento es un crimen que roba la infancia y la dignidad de nuestros menores, para convertirlos en verdugos que a su vez son víctimas”, subrayó Eljach Pacheco, dejando claro que la niñez es un límite infranqueable que no puede ser vulnerado bajo ninguna circunstancia.
Cifras alarmantes y una realidad que duele
De acuerdo con la Procuraduría, entre enero y agosto de 2025 ya se han recibido más de 150 denuncias por reclutamiento forzado. La cifra preocupa si se tiene en cuenta que en 2023 se registraron 481 casos y en 2024 el número subió a 495 denuncias.
“Detrás de estos números hay historias truncadas, familias desgarradas y comunidades atemorizadas”, dijo el jefe del Ministerio Público, reafirmando el compromiso institucional con la protección de la vida, la libertad y la integridad de la niñez colombiana.
Seguimiento y acción institucional
El Procurador explicó que el organismo desarrolla su labor bajo cinco líneas de trabajo:
- Vigilancia al cumplimiento de las políticas públicas.
- Seguimiento a casos en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
- Trabajo en terreno en las zonas más afectadas.
- Intervención en contextos de riesgo y desplazamiento.
- Equipos de acción inmediata para verificar denuncias y proteger a los menores.
Además, citó informes de Naciones Unidas que confirman la magnitud del problema: entre 2022 y 2024 se recibieron casi 800 alegaciones de graves violaciones contra la niñez, de las cuales más de la mitad están relacionadas con reclutamiento y utilización de menores en la guerra.
Responsabilidad compartida
Eljach Pacheco insistió en que la prevención no puede recaer en una sola institución:
“Se requiere corresponsabilidad entre familia, sociedad y Estado. Las familias necesitan apoyo, las comunidades deben estar organizadas y vigilantes, y las instituciones tienen que actuar de manera articulada y eficaz”, puntualizó.
El Procurador concluyó con un mensaje esperanzador:
“Que nuestras palabras de hoy se conviertan en acciones concretas mañana. Que los datos que hoy nos alarman se transformen en indicadores de esperanza. Y que los niños y niñas de Colombia, sin importar el lugar donde nazcan, puedan crecer con un lápiz en la mano y no con un fusil al hombro”.
“El reclutamiento roba la infancia y la dignidad de nuestros menores, para convertirlos en verdugos
Procurador.
que también son víctimas”