La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ordenó la suspensión de actividades en cuatro minas de carbón de piedra, ubicadas en las veredas Faracia, sector Pantanitos, y Ramada Alta del municipio de Lenguazaque (Cundinamarca). La medida se tomó tras evidenciar daños graves a los recursos naturales y el desarrollo de labores mineras sin los permisos ambientales correspondientes.
¿Qué daños ambientales se registraron en las minas de carbón cerradas en Cundinamarca?
- En la vereda Faracia, técnicos de la Dirección Regional Ubaté de la CAR identificaron cinco bocaminas que deterioraron significativamente el recurso suelo, alterando sus características físico-químicas y afectando otros ecosistemas aledaños.
- Se reportaron vertimientos de aguas residuales no domésticas, posiblemente contaminadas con sulfuros, óxidos y materiales en suspensión, sin ningún tipo de tratamiento previo.
- Adicionalmente, se detectaron derrames de aceites, combustibles y lubricantes, disposición inadecuada de estériles y contaminación directa del suelo. El terreno presenta pérdida de capa orgánica, acumulación de cerca de 1.000 toneladas de residuos de mina, inestabilidad estructural y riesgo de deslizamiento.
- La CAR evidenció alteraciones en los cauces hídricos, incluyendo el desvío de una quebrada que desemboca en el río Lenguazaque. También se reportaron tala y sepultamiento de bosque nativo, así como la afectación de pastizales y potreros, generando una alteración profunda del paisaje natural.
- En la vereda Ramada Alta, se encontraron tres minas en operación que vertían aguas residuales no domésticas sin tratamiento alguno, contaminando dos fuentes hídricas cercanas a áreas de protección, además de operar sin ningún instrumento legal o ambiental.
Julio César Sierra León, director regional Ubaté de la CAR, subrayó que estas medidas buscan salvaguardar el equilibrio ecológico de la región. “Tenemos el deber inaplazable de frenar actividades que están generando un daño irreparable a nuestros suelos, fuentes hídricas y ecosistemas estratégicos. Hacemos un llamado a la ciudadanía y al sector productivo para que trabajemos juntos, de manera legal y responsable, por un desarrollo que no destruya la riqueza natural que nos pertenece a todos”, afirmó el funcionario.
La CAR enfatizó que el desarrollo sostenible depende del uso responsable de los recursos naturales, protegiendo el bienestar de las generaciones actuales sin comprometer el derecho de las futuras a disfrutar de un ambiente sano.