Mientras la mayoría de los zipaquireños descansaban después de una noche de disfraces, risas, música y dulces, el equipo operativo de Empresas Públicas de Zipaquirá (EPZ) ya estaba en movimiento. Desde las 4:00 de la madrugada, bajo la coordinación del gerente general Francisco Javier León Quintana, las cuadrillas de aseo recorrieron avenidas, parques y sectores residenciales para devolverle la limpieza a la ciudad tras la jornada del Día Dulce.
Su labor coincidió con el inicio de noviembre, un nuevo mes que llega con puente festivo y afluencia de turistas a la Capital Salinera de Colombia, sede de la Catedral de Sal, reconocida como la Primera Maravilla de Colombia.
Una madrugada de trabajo silencioso
El balance inicial fue contundente: grandes cantidades de residuos quedaron acumuladas en distintos puntos del municipio después de las celebraciones. En respuesta, los operarios de aseo desplegaron un plan de limpieza que abarcó las zonas de mayor concentración de público.

Escobas, bolsas, recogedores y vehículos recolectores fueron protagonistas de una operación que, pese al frío y la llovizna, permitió restablecer el orden y la salubridad antes del amanecer.
“Aún nos falta fortalecer la cultura ciudadana, pero nuestro equipo sigue poniéndose la camiseta para mantener Zipaquirá en óptimas condiciones”, señaló el gerente León Quintana, al destacar el compromiso decidido del personal operativo.
Compromiso institucional con la ciudad
La labor de EPZ no se limita a la recolección de residuos, sino que también busca generar conciencia sobre la corresponsabilidad ciudadana en el cuidado del espacio público. Cada celebración deja una huella ambiental que, con el trabajo de las cuadrillas, se atenúa, pero que depende de los hábitos y compromisos de la comunidad para mejorar la buena cara de la ciudad.
Mantener un municipio limpio es un trabajo conjunto entre administración, instituciones y ciudadanía. En ese sentido, hay que tener en la cuenta la importancia de disponer adecuadamente los residuos, evitar el uso indiscriminado de plásticos y conservar los entornos libres de basura y desechos después de eventos masivos.
Educación y cultura ciudadana
Desde la gerencia de EPZ se promueve un enfoque pedagógico que acompañe las labores de limpieza con campañas de sensibilización. La meta es fortalecer la cultura ciudadana y el sentido de pertenencia de los zipaquireños hacia su entorno.

Además, la empresa ha reiterado su compromiso con prácticas sostenibles y con la optimización de los servicios de recolección y aseo, que hoy cubren la totalidad del casco urbano y amplias zonas rurales del municipio.
Una ciudad que se levanta limpia
Gracias a la intervención oportuna del personal de aseo, Zipaquirá amaneció ordenada, limpia y segura, demostrando que la gestión pública eficiente también se construye desde las acciones cotidianas. El trabajo silencioso de estas brigadas representa un ejemplo de disciplina y servicio a la comunidad, que permite mantener el atractivo turístico y la buena imagen del municipio ante visitantes, turistas y residentes.

Mantener una ciudad limpia depende tanto de la gestión institucional como del compromiso ciudadano.














