En el municipio de Zipaquirá (Cundinamarca), la delincuencia ha encontrado una preocupante forma de engañar y robar a menores de edad. El más reciente suceso ocurrió frente al conjunto Santa Rita II, donde un hombre, cubierto con tapabocas, abordó a un grupo de estudiantes que salía del colegio. Con una historia aparentemente inofensiva, el delincuente les pidió prestada la bicicleta, argumentando que necesitaba gasolina para su vehículo. Los niños, creyendo en la urgencia de la situación, cayeron en la trampa y le entregaron la bicicleta, que fue sustraída de inmediato.
La comunidad y las autoridades locales ya han emitido recomendaciones claras para evitar que más menores caigan en este tipo de engaños. Los padres y tutores deben alertar a los niños sobre los peligros de interactuar con desconocidos en la calle, especialmente aquellos que intenten involucrarlos en situaciones que requieren confianza inmediata, como “cuidar” vehículos o prestarles objetos personales.
Es vital que todos estén alerta ante esta modalidad de robo que, lamentablemente, se está volviendo más frecuente en la zona.
¡La prevención y el diálogo en casa pueden marcar la diferencia!