Restablecimiento del servicio de energía: así funcionan las ‘cinco reglas de oro’ y los protocolos de seguridad de Enel

La compañía energética detalla el procedimiento técnico que ejecutan sus cuadrillas en terreno, priorizando el cumplimiento de normas estrictas y cinco pasos fundamentales para garantizar la integridad de operarios y usuarios antes de restablecer el suministro.

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Cuando el fluido eléctrico falla, la paciencia de los ciudadanos se pone a prueba. Sin embargo, para los ingenieros y técnicos encargados de la red, la prioridad no es la velocidad, sino la supervivencia. Allí, un error de cálculo puede costar vidas, Enel Colombia ha explicado la mecánica detrás de sus operaciones, aclarando que el restablecimiento del servicio obedece a una coreografía técnica precisa y no a la improvisación.

El proceso es menos visible de lo que la gente cree. La primera respuesta ante una falla no es física, sino digital. Desde un centro de control neurológico, se ejecutan maniobras remotas intentando aislar el daño. Solo cuando la tecnología no logra resolver el incidente a distancia, se autoriza el despliegue humano. A partir de allí, comienza una carrera contra el tiempo, pero con el freno de mano de la seguridad puesto.

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¿Por qué los operarios no suben al poste apenas llegan al barrio?

Esta es la queja más recurrente en los barrios: ver la camioneta estacionada y a los operarios «sin hacer nada». La realidad técnica es muy distinta. Al llegar al sitio, la cuadrilla tiene prohibido intervenir la red de inmediato. Primero, deben asegurar el perímetro para que ningún transeúnte corra peligro y realizar una inspección visual tipo forense para entender qué causó el daño.

Lo más crítico ocurre en las comunicaciones. Ningún técnico puede tocar un cable sin que el centro de control le haya entregado formalmente la zona de trabajo. Es una cadena de mando estricta: sin la autorización de la central, que confirma que el área está bajo supervisión, no se mueve un solo destornillador. Esto evita que una maniobra remota re-energice la línea mientras hay personas trabajando en ella.

Las ‘Cinco Reglas de Oro’: el protocolo que separa la vida de la muerte:

Una vez aprobada la intervención, entra en juego el estándar internacional de seguridad eléctrica. No se trata de sugerencias, sino de obligaciones operativas. La reparación física (cambiar un transformador o un fusible) es, de hecho, el último paso. Antes de eso, los técnicos deben blindar su entorno aplicando rigurosamente cinco reglas para garantizar la «ausencia de tensión»:

  • Señalización del área: Antes de mirar hacia arriba, se debe mirar hacia abajo. Se demarca la zona de trabajo para alertar a la comunidad y evitar que terceros ingresen al radio de peligro.
  • Corte visible y efectivo: No basta con asumir que no hay luz. Los técnicos deben verificar visualmente que el flujo de energía está interrumpido en los puntos de apertura.
  • Bloqueo y condenación: Se aseguran mecánicamente los mandos y se instalan candados o bloqueos. Esto impide que alguien, por error o desconocimiento, vuelva a activar el circuito mientras se trabaja.
  • Verificación de ausencia de tensión: Con equipos de medición especializados, se confirma científicamente que la red está «muerta», es decir, sin voltaje.
  • Puesta a tierra y en cortocircuito: Es la medida de protección final. Se conectan los cables a tierra para que, si ocurriera una descarga accidental, la electricidad viaje al suelo y no a través del cuerpo del operario.

Solo cuando este «escudo» de seguridad está activo, comienza la reparación real. Al finalizar, el proceso se revierte con la misma cautela: se informa al centro de control, se normalizan los equipos y, finalmente, se confirma el retorno del servicio a los hogares.

Allí, un error de cálculo puede costar vidas, Enel Colombia ha explicado la mecánica detrás de sus operaciones,
aclarando que el restablecimiento del servicio obedece a una coreografía técnica precisa.