Cristian Montenegro es un bogotano de 27 años, quien, desde hace varios años, ha exhibido a su familia confeccionada en tela a través de redes sociales, situación que ha generado todo tipo de comentarios y discusiones.

Las publicaciones de Montenegro en Facebook, Instagram y TikTok, hacen ver una familia que disfruta en los parques y centros comerciales del país, celebra sus cumpleaños y viaja en Transmilenio. Esto, como una muestra del desarrollo personal en la sociedad.

Pero, ¿cuál es el trasfondo de la situación?, dicho por Cristian, esta familia nace así: “Los hice porque en principio hace dos años, 2020 me sentí solo, de malas, no conseguía a nadie, después estuve con una ex, en ese tiempo hablamos y jugamos al papá y la mamá y entonces ahí hice el primero, al niño, después hice a la niña, y ya llegó un punto que nos separamos. Quiero hacer con ellos comerciales, documentales, propagandas, telenovelas. Yo he soñado eso, tengo cara de actor, me parezco como Sylvester Stallone”.

Asimismo, es enfático en que sus padres lo aceptan a él, a su esposa (Natalia Ortiz) y sus hijos (Leidy María y Adolfo Daniel), sobre todo en su manera de vivir y convivir en una habitación en la localidad de Kennedy (suroccidente de Bogotá) donde pasa la mayor parte del tiempo cuando no está trabajando como ayudante de construcción.

Pero, en esa misma línea, ¿cómo debería responder la sociedad frente a estos casos?, el psiquiatra Jorge Franco, expresó al periódico El Espectador las siguientes recomendaciones: “No juzgar, no burlarse, si yo no sé qué decir, abstenerse a dar juicios de valor. Decir afirmaciones como: “ponga de su parte”, “usted tiene todo en la vida o “lo que usted está haciendo está mal”, eso no ayuda es mejor preguntar su necesita algo”.

Y, por su parte, Andrea Larrea, psicóloga clínica de la Fundación Konrad Lorenz, dijo al diario El Tiempo, que, “Antes hablábamos de esto desde lo tradicional: mamá, papá e hijos. Hoy pueden ser personas, animales u objetos. Estos son cada vez más frecuentes en diferentes partes del mundo. Por ejemplo, qué causas llevaron a esta persona a tomar esta determinación, cómo ha sido su vida, a qué eventos adversos se ha enfrentado y, a partir de esto, comprender esas causas, detectar qué consecuencias le está acarreando ese tipo vínculos. Pero si, por el contrario, le generan malestar, es ahí donde se debería prestar particularidad atención para poder brindar el tratamiento que necesite en función de lo que esté sintiendo”.

“No juzgar, no burlarse, si yo no sé qué decir, abstenerse a dar juicios de valor

Foto portada y otras: Imágenes de Cristian Montenegro y su familia. Tomadas de Facebook.

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1 Comment

  1. Cada quien expresa sus emociones cómo las sircunstancias se lo permitan.
    Yo tengo 44 años y tengo un amigo imaginario.

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