By Esta unión de esfuerzos se materializó en la firma del convenio ‘Familias Rurales de Cundinamarca’ que, se proponen apoyar las capacidades productivas de 300 familias en 10 municipios del departamento, a través de prácticas sostenibles, prácticas alimentarias saludables y el fortalecimiento de acciones sociales y comunitarias.
“Desarrollar un modelo de economía familiar a través de las Zonas de Desarrollo Agroalimentario y Social ZODAS, es mejorar la calidad de vida de los pequeños agricultores, como sujetos activos de sus posibilidades de cambio y responsables de garantizar en el tiempo el acceso a sus recursos naturales esenciales en la producción, pero también en mantener un modelo de negocio que coopere a su seguridad alimentaria y la generación de excedentes. Que mejor aliada que una empresa con el respaldo y la credibilidad de la Fundación”, dijo Viviana Andrea Pulido, secretaria de Agricultura y desarrollo Rural de Cundinamarca.
El proyecto está estructurado desde tres componentes:
Promover el fortalecimiento del conocimiento técnico a través de la implementación de dos parcelas de setas comestibles, la entrega de plántulas de espárrago y la ejecución de talleres pedagógicos para que las participantes conozcan sistemas de producción que les permita fortalecer su economía familiar.
Incentivar la producción de alimentos para el autoconsumo a través del diseño y montaje de huertas ecológicas, la implementación de una unidad de plantación y una unidad de propagación de setas comestibles.
Consolidar un modelo de mercado de intercambio y circuitos cortos que garanticen la comercialización de los excedentes de productos, a través del fortalecimiento de las capacidades asociativas y de liderazgo que promueven el desarrollo de agronegocios rentables para las familias.
“En los últimos años, las familias rurales han fortalecido su rol como tomadoras de decisiones de las unidades productivas y nos enorgullece empezar un nuevo capítulo en el departamento de Cundinamarca. Apoyar el incremento de capacidades de 300 participantes en el marco de un proyecto integral que aportará a la reactivación socio económica de su territorio nos llena de satisfacción”, comentó la directora Ejecutiva de la Fundación Alpina, Camila Aguilar.
Al finalizar el programa se espera contar con dos sistemas productivos de setas comestibles y espárragos; 300 huertas para autoconsumo y comercialización; una unidad de producción de plántulas y una unidad de propagación de setas para las huertas, entre otros resultados que asegurarán una mejor capacidad productiva para las familias rurales del departamento.
“Apoyar el incremento de capacidades de 300 participantes en el marco de un proyecto integral que aportará a la reactivación socio económica”.
