El desplome en los precios de la papa por carga en lo corrido del año, ha llevado a la Gobernación de Cundinamarca a activar un plan de choque para rescatar al sector papero. Más de 10.000 familias campesinas resultan afectadas por una coyuntura marcada por la sobreoferta nacional, la disminución en la demanda y el ingreso ilegal de papa extranjera.
La estrategia, diseñada por la administración departamental, busca fortalecer la comercialización local, incentivar el consumo interno y crear nuevas oportunidades de negocio. La Agencia de Comercialización y de Competitividad para el Desarrollo Regional coordina estas acciones, en conjunto con diversas entidades públicas y privadas
del país.
¿Cuáles son las medidas del plan de rescate papero en Cundinamarca?
El plan está estructurado en tres ejes principales:
- 50 Mercados Campesinos en Bogotá y municipios de Cundinamarca, donde los productores podrán vender sin intermediarios, impulsando la economía rural.
- 20 ruedas de negocio, que permitirán encuentros entre productores y entidades como el Programa de Alimentación Escolar (PAE), hospitales, hoteles y restaurantes. Estas ruedas se desarrollarán entre el 22 de julio y el 6 de agosto.
- Compra directa de 50 toneladas de papa por parte de la Gobernación, destinadas a asociaciones campesinas y a la transformación en productos con valor agregado, como puré con sello de origen Cundinamarca.
Además, el plan contempla la creación de rutas de comercialización más justas y sostenibles, que permitan dinamizar el sector y brindar alivio económico a los productores del departamento.
¿Cómo busca Cundinamarca garantizar precios justos para los paperos?
La estrategia no solo se enfoca en la compra directa y en la promoción de la papa local, sino también en fortalecer la identidad territorial del producto. Con la transformación en alimentos con valor agregado, la Gobernación espera generar nuevas fuentes de ingreso y ampliar el alcance del producto en mercados regionales y nacionales.
La articulación con sectores como el hotelero, gastronómico y de servicios pretende asegurar contratos de compra a mediano y largo plazo, evitando que los agricultores dependan exclusivamente de precios variables en centrales de abasto o intermediarios.
La estrategia no solo se enfoca en la compra directa y en la promoción de la papa local, sino también en fortalecer la identidad territorial del producto.