En el cierre de las últimas sesiones extraordinarias de 2025, realizadas el pasado 28 de diciembre ante el Concejo Municipal de Zipaquirá, el alcalde Fabián Rojas García se pronunció de manera directa sobre el futuro del proyecto Parque de la Esperanza, una iniciativa que ha generado inquietudes, debate ciudadano y diversas lecturas políticas en distintos sectores del municipio.
Durante su intervención fue enfático al señalar que la actual Administración no alcanzará a ejecutar dicho proyecto y que será el próximo gobierno municipal el encargado de definir si la propuesta se adopta o no. En ese contexto, envió un mensaje de tranquilidad a la comunidad y subrayó que, durante este periodo de gobierno, las decisiones se han tomado bajo criterios de realismo financiero y responsabilidad institucional.
Limitaciones presupuestales y escenario nacional
Rojas García explicó que su equipo ha venido analizando posibles fuentes de financiación para iniciativas de gran escala, precisando que, en el caso del Parque de la Esperanza, si el proyecto se diera, los recursos no provendrían de los impuestos de los zipaquireños, sino de eventuales procesos de gestión ante instancias externas. No obstante, advirtió que reunir una bolsa cercana a los $10.000 millones representa una dificultad considerable, no solo para este proyecto sino para cualquier iniciativa de similares dimensiones.
El alcalde contextualizó esta situación dentro del escenario actual del Gobierno Nacional, al señalar que las condiciones fiscales y presupuestales no son favorables, independientemente de quién ejerza la Presidencia en el próximo cuatrienio. Esta realidad, afirmó, obliga a las administraciones territoriales a priorizar, ajustar expectativas y actuar con prudencia frente a proyectos que demandan altos niveles de inversión.
Debate político y definición administrativa del proyecto
Rojas García reconoció que el tema ha sido utilizado como argumento de crítica política, pero insistió en que, más allá de los discursos y controversias, la definición administrativa es clara: el Parque de la Esperanza no se ejecutará durante el actual periodo de gobierno municipal. Enfatizó que esta decisión no responde a una falta de interés por el espacio público o el bienestar ciudadano, sino a un análisis técnico y financiero de las posibilidades reales de ejecución.
No obstante, dejó abierta la posibilidad de que, si el próximo Gobierno Nacional dispone de recursos y existe voluntad institucional, se pueda avanzar en una primera fase del proyecto. Desde su perspectiva, esa eventual etapa inicial debería priorizar la construcción de un parque infantil orientado a los niños y niñas de la ciudad, como un componente de impacto social directo.
Añadió que quienes tengan interés en impulsar un debate político o institucional sobre el Parque de la Esperanza deberán hacerlo a partir del 31 de diciembre de 2027, fecha hasta la cual ejercerá funciones como alcalde de Zipaquirá, dejando en manos de la siguiente administración cualquier decisión de fondo sobre el futuro de la iniciativa, si desea adoptarla.
El proyecto y su exclusión de la agenda de la Región Metropolitana
Al referirse a la Región Metropolitana, el alcalde fue categórico al afirmar que el proyecto no hace parte de sus prioridades de gobierno ni será promovido como iniciativa dentro de ese esquema. En consecuencia, anunció que no presentará el tema ante el Concejo Municipal durante lo que resta de su mandato.
“No será una prioridad mía ni un tema de interés dentro de la región metropolitana, y no lo voy a presentar ante el Concejo de la ciudad. Quienes esperen abrir un debate sobre esto tendrán que esperar hasta el 31 de diciembre de 2027, fecha hasta la cual estaremos en funciones, gracias a Dios y a la Virgen María”, expresó el mandatario.
Mensaje final de gestión y responsabilidad pública
En la parte final de su intervención, Rojas García reiteró su compromiso con una gestión basada en el respeto institucional, la disposición permanente al diálogo y la responsabilidad en el manejo de los asuntos públicos.
Aseguró que continuará dando la cara ante la ciudadanía y actuando con transparencia, como lo ha hecho a lo largo de su administración, incluso frente a decisiones que generan debate y posiciones encontradas.
Cualquier definición futura quedará en manos de la siguiente administración, después de 2027.
