En 1998, el cantante Diomedes Díaz atravesaba uno de los momentos más críticos de su vida. Afectado por el síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad que lo dejó parcialmente paralizado, el llamado “Cacique de La Junta” se aferró a su fe y, especialmente, a la Virgen del Carmen, patrona de los conductores y figura muy venerada en la costa Caribe colombiana.
Tras vivir una recuperación que consideró milagrosa, Diomedes le prometió a la Virgen construir una iglesia en Valledupar como muestra de agradecimiento. Esta promesa fue incluso inmortalizada en su canción “Volver a vivir”, donde menciona su deseo de edificar el templo. La devoción era real, pero con el paso de los años, la promesa se desvaneció entre papeles, gestiones truncadas y terrenos donados que nunca se transformaron en obra.
¿Por qué se habla de una “maldición” sobre la familia de Diomedes Díaz?
Aunque el cantante expresó públicamente su intención de cumplir la promesa, lo cierto es que la iglesia nunca se construyó. Según versiones extraoficiales, la familia Morelli habría donado el terreno para levantar el templo, y existieron conversaciones para iniciar la obra, pero estas no se concretaron. La falta de acción dio paso a la especulación.
Algunos fanáticos, especialmente en el Cesar y otros sectores del Caribe, comenzaron a hablar de una “maldición” que habría caído sobre la familia Díaz por no cumplir con el voto hecho a la Virgen. La trágica muerte de tres de sus hijos, Martín Elías, Moisés y Miguel Ángel Díaz (los dos primeros en accidentes de tránsito), avivó la creencia popular sobre una especie de castigo divino.
Aunque no existe prueba alguna que respalde esta teoría, el mito se ha afianzado en el imaginario de algunos seguidores del vallenato, al punto de convertirse en una historia recurrente cada 16 de julio, día en que se celebra a la Virgen del Carmen.
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¿Una promesa olvidada o una historia inconclusa?
El caso de Diomedes Díaz y su promesa no cumplida permanece como un tema abierto a la interpretación. Para algunos, se trata de una simple omisión sin mayores consecuencias. Para otros, es una deuda espiritual que nunca fue saldada y que arrastra consigo una sombra de tragedia.
Hoy, más de dos décadas después de aquella promesa, la iglesia sigue sin construirse, pero el relato ha tomado una dimensión casi legendaria. Sin embargo, uno de los puntos que suele pasarse por alto es que algunos miembros de la familia Díaz han expresado públicamente que no creen en ninguna “maldición”. Una de las hijas del artista ha señalado que su familia considera que Dios es misericordioso y no castiga, por lo que rechazan ese tipo de interpretaciones fatalistas.
Además, personas cercanas al círculo íntimo de Diomedes han mencionado que, aunque la obra no se concretó en vida del cantante, sí ha existido la intención de retomar la construcción de la iglesia, como una forma simbólica de honrar su fe y legado. La idea ha sido contemplada en diferentes momentos, aunque aún no se han formalizado los pasos para hacerlo realidad.
En medio de la fe, la cultura popular y las coincidencias
dolorosas, el mito de Diomedes y la Virgen del Carmen
sigue vivo en la memoria colectiva.