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“La Cárcel de Zipaquirá la pretenden cerrar dizque porque no produce, pero hay que mantenerla”

El director del Centro Carcelario, Gustavo Medina Huertas, expresó su preocupación ante el Concejo de Zipaquirá.

Gustavo Medina Huertas, director del Establecimiento Carcelario del Circuito de Zipaquirá.


ZIPAQUIRÁ, CUNDINAMARCA.


Una casona muy antigua que data de unos 300 años de construcción hoy alberga a 302 personas internas. Esta casona es propiedad privada, donde el INPEC este año está pagando $16 millones de arrendamiento mensual, el cual cuenta con dos patios con 11 celdas y en el patio uno y seis celdas en el dos para mantener allí a 302 dos personas, de ellas 104 condenadas y sindicadas 198.

 

El circuito de Zipaquirá lo conforman 22 municipios, donde la ‘Capital Salinera de Colombia’ cubre el 35% del personal interno que hay en este momento con 114 personas, de las cuales 41 están condenados y 73 son sindicados.

 

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Según Gustavo Medina Huertas, director del Establecimiento Carcelario del Circuito de Zipaquirá, la cárcel cumple todos los protocolos que dictamina el INPEC en cuanto a derechos humanos y a pesar de las incomodidades de esta, es segura en su infraestructura y en el cuidado de los internos, algunos cumpliendo sus penas y otros, mientras se les resuelve definitivamente su situación judicial.

 

“No conozco la primera cárcel de Colombia que produzca”

 

El pasado miércoles 15 de enero, Medina Huertas expresó su preocupación ante el Concejo de Zipaquirá manifestando que, “lamentablemente hay unos mandos medios que dicen que hay que acabar con el establecimiento carcelario de Zipaquirá porque se pagan más de $15 millones mensuales y que la cárcel no produce. Es la única razón que yo sé que se está esgrimiendo para tratar de cerrarla, razón que considero que no es lógica, porque el Estado tiene esa obligación social. Yo no conozco la primera cárcel de Colombia que produzca; de pronto en Estados Unidos las hay. Los jueces de la República no producen, pero hay que mantener la justicia. A alguien le dije que aquí esto no es Ecopetrol ni es la Empresa de Energía. Ellos son los que producen; este es un bien social, es una misión del Estado y hay que responder y que hay que mantener en Zipaquirá, porque a pesar de todo no riñe con nadie ni con ninguna entidad”, reiteró el director.

 

Argumentó, además, que a través de los convenios que se tienen con las alcaldías, un solo municipio podría pagar el arrendamiento de todo el año: “por ejemplo, Chía nos está dando aproximadamente $200 millones anuales, eso vale el arriendo en el año y no es problema. Esta cárcel beneficia y socializa a quienes están allí: si ustedes van al taller de textiles se van a dar cuenta que estamos produciendo más de 6.000 uniformes al año para todos los establecimientos, y si llegamos a hacer un convenio de maquila, como se llama, con alguna empresa de la región, se lograría mayor bienestar; no digo que se llenaría de plata, pero sí se genera algún rendimiento económico, aseveró Medina Huertas a los corporados.

 

No hay hacinamiento

 

Sobre hacinamiento en la cárcel dijo que no lo hay, aunque expresó que relativamente cómodos puede haber allí 260 personas, pero para poder cumplir con algunos asuntos especiales y de manera responsable, se puede llegar máximo a 300 internos, donde cada uno cuenta con su catre y su colchoneta. Hizo énfasis en que la cárcel es de mediana seguridad y no deben haber condenados a más de 10 años. Cuando se condena a alguna persona a un tiempo superior a este, inmediatamente se busca su traslado a otras cárceles establecidas para condenas mayores.

 

Una nueva cárcel es una solución a muy largo plazo

 

Sobre la construcción de una nueva cárcel en el circuito dijo que es una solución a muy largo plazo, porque para hacer una cárcel para 500 personas se requieren mínimo de 10 fanegadas y con unas condiciones bastante exigentes no solamente en seguridad sino también en la parte ambiental entre muchas otras. Sugirió que antes de eso es mejor mejorar y mantener la que existe: “esta provincia perdió la posibilidad cristalina de poder contar con un sitio adecuado”, dijo Medina Huertas, quien recordando que el lote en el sector de Manas en Cajicá donde se construyó la Universidad Militar lo entregó estupefacientes a esa Alma Mater: “Esta gran edificación quedó perfecta, bonita y que beneficia ampliamente a la región, y más siendo militar, pero si en ese momento hubiese existido un doliente, delas 40 fanegadas le hubieran podido reservar 10 ‘fanegaditas’ para construir una buena cárcel, moderna, con todos los juguetes y al estilo americano, pero no hubo quién gestionara esa posibilidad”.

 

Finalmente informó que en la cárcel de Zipaquirá se realizan diferentes eventos deportivos, talleres de maderas, de autoabastecimiento, panadería: “allí todos están trabajando en talleres y en oficinas entre otras. Tuvimos bachillerato en convenio con una institución, donde se graduaron 28 internos que culminaron sus estudios de bachillerato”, puntualizó.

 

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Establecimiento Carcelario del Circuito de Zipaquirá

“Lamentablemente hay unos mandos medios que dicen que hay que acabar con el establecimiento carcelario de Zipaquirá porque se pagan más de $15 millones mensuales de arriendo”.

Extrategia Medios
Equipo de redacción de Extrategia Medios

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