Por Redacción
José María Triana Algarra dejó una huella imborrable en la historia educativa de Colombia. Nacido en el municipio de Zipaquirá (Cundinamarca) el 29 de febrero de 1792, este destacado abogado y pedagogo se convirtió en una figura clave al fundar el primer colegio de enseñanza privada en el país. Su legado perdura en la biblioteca que lleva su nombre en su tierra natal, Zipaquirá, como un homenaje a su contribución invaluable.
Triana Algarra fue un pionero al implementar en su colegio, en 1827, el sistema de enseñanza mutua, una metodología que abogaba. Más adelante, su compromiso con la educación lo llevó a establecer el Instituto Normal, consolidando su posición como un líder en el ámbito pedagógico. Su dedicación se reflejó también en la publicación de manuales para los métodos de enseñanza primaria, por encargo de la Dirección General de Instrucción Pública.
En 1832, cuando se restableció la Academia Nacional, fue seleccionado como uno de sus veintiún miembros. Además de sus logros académicos, José María Triana Algarra desempeñó diversos cargos públicos, incluida la dirección de la Escuela Normal, posición que mantuvo desde su nombramiento en 1849 hasta poco antes de su fallecimiento.
Obra Destacadas:
- Manual que deben tener presente los profesores de las escuelas para la enseñanza de gramática castellana, según el método de Pestalozzi (Bogotá, 1846).
- Manual de enseñanza mutua para las escuelas de primeras letras (Impreso por J. A. Cualla, Bogotá, 1845).
- Manual para los preceptores de enseñanza primaria, e instrucción moral i religiosa, adaptado para las escuelas de la provincia de Bogotá (Imprenta del Neo-Granadino por Rubinat i Ovalles, Bogotá, 1851).
Imagen tomada de la publicación de su biografía realizada por el Ministerio de Instrucción Pública en 1910.
La obra y legado de José María Triana Algarra siguen siendo fuentes de inspiración en el campo educativo, recordándonos la importancia de la innovación y dedicación en la formación de las generaciones futuras.
