“Enfermo de Piedra” es otro nombre que recibe el edificio del Congreso de Colombia, ¿por qué?

El Congreso de la República de Colombia, lugar donde se gestan las leyes que rigen al país, alberga una serie de curiosidades poco conocidas. Ubicado en el centro histórico de Bogotá, en el sur de la Plaza de Bolívar, este emblemático edificio ha sido testigo de una historia rica en peculiaridades.

La construcción del edificio del Congreso fue encomendada al arquitecto danés Thomas Reed por el gobierno del general Tomás Cipriano de Mosquera.

¿Por qué al Capitolio Nacional le dicen el “enfermo de piedra”?

Reed, a quien se le atribuye la denominación de Capitolio Nacional, buscaba emular la grandiosidad de la antigua sede del Senado Romano. Sin embargo, la historia relata una larga y laboriosa gestación de la edificación, razón por la cual adquirió el apodo coloquial de “El enfermo de piedra”. Inaugurado finalmente en 1926, el proceso de construcción se vio obstaculizado por dificultades presupuestarias, cambios en los planos originales y la intervención de cerca de una decena de arquitectos a lo largo de casi 80 años.

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Este dilatado periodo de construcción fue testigo de la transformación del paisaje urbano de Bogotá y asimismo presenció el fallecimiento de dos presidentes de la República: Tomás Cipriano de Mosquera y Rafael Núñez. Como homenaje a estos líderes, en cada extremo del edificio se crearon bustos en su memoria, recordándolos por su contribución a la historia del país.

Así, el Congreso de Colombia, conocido también como “El Enfermo de Piedra”, alberga la gestación de leyes que moldean la nación y guarda en sus muros una historia fascinante, marcada por la perseverancia y la memoria de sus líderes.

Inaugurado finalmente en 1926, el proceso de construcción se vio obstaculizado por dificultades presupuestarias, cambios en los planos originales y la intervención de cerca de una decena de arquitectos a lo largo de casi 80 años.