Cundinamarca se encuentra enfrentando eventos climáticos extremos que han generado emergencias en comunidades y vías estratégicas. Desde el 25 de noviembre, la Gobernación ha implementado medidas urgentes en colaboración con los Consejos Municipales para la Gestión del Riesgo de Desastres (CMGRD), con el fin de mitigar los riesgos y salvaguardar a la población.
Acciones inmediatas para mitigar riesgos
En articulación con entidades como la Corporación Autónoma Regional (CAR) y los CMGRD han desplegado estrategias de prevención y atención. Estas incluyen la limpieza de cuerpos hídricos, instalación de sistemas de alerta comunitaria y monitoreo constante en zonas críticas.
Natalia Gómez Díaz, directora de la Unidad Administrativa Especial para la Gestión del Riesgo de Desastres (UAEGRD), destacó: “Priorizamos las zonas con mayores represamientos de basura en cuerpos hídricos para prevenir desbordamientos e inundaciones. Además, hemos implementado sistemas de alertas comunitarias, solicitando a las comunidades que nos informen de manera inmediata cuando los ríos presenten niveles críticos”.
Emergencias registradas en los últimos días
El departamento ha vivido una serie de incidentes graves en distintos municipios:
- 25 de noviembre – Cabrera y Viotá: desprendimiento de rocas en la vereda Peñas Blancas y movimiento en masa en la vía Viotá – El Colegio.
- 26 de noviembre – Fusagasugá: hundimientos y deslizamientos en la vía entre Sibaté y Fusagasugá.
- 27 de noviembre – Tocaima y Cáqueza: movimiento en masa en el barrio La Pola e incendio forestal en la vereda Monruta.
- 29 de noviembre – Villapinzón y Venecia: movimiento en masa que bloqueó el cauce de la quebrada Quincha y una roca con riesgo de caída en la vereda Sabaneta Baja.
- 30 de noviembre – Yacopí: incendio forestal en el barrio La Soledad.
- 3 de diciembre – Tocaima: caída de un árbol nativo que afectó dos viviendas.
Preparación y coordinación ante la temporada de lluvias
Se hace un llamado a las comunidades para reportar oportunamente cualquier situación de riesgo. Este esfuerzo conjunto busca reducir los impactos de las lluvias intensas que afectan al departamento durante esta temporada.
La rápida activación de protocolos y la colaboración interinstitucional han sido fundamentales para garantizar la seguridad de los habitantes, evidenciando la importancia de estar preparados ante los retos climáticos que enfrentan las regiones.
La articulación con entidades de socorro ha sido clave en la atención de emergencias.