La agricultura es un sector donde diversos problemas suceden de forma recurrente, tanto de forma directa como indirecta. Los problemas que afectan de forma directa están relacionados con la propia actividad y suelen tener un componente biológico, mientras que los indirectos no están provocados por la agricultura, pero afectan a su desarrollo.
Si bien la agricultura moderna ofrece ciertas soluciones, como software agrícola para la gestión de cultivos, no siempre es posible mitigar todos y cada uno de los riesgos que asolan el campo. Los seguros orientados a la agricultura pueden ayudar a sobrellevar algunos de ellos. Su precisión y entendimiento de lo que sucede en el campo ha incrementado gracias a la agricultura.
Riesgos en la agricultura
Debido a su posición entre la biología, la climatología y la economía humana, los agricultores se mueven siempre en un delicado equilibrio respecto al riesgo. A diferencia de otras actividades donde la mayor parte de las variables pueden ser controladas, la agricultura depende de numerosos factores que escapan al control humano. Además, cualquier problema en la agricultura tiene un efecto dominó sobre otros sectores y personas. Sin la cosecha del agricultor, el problema también afecta a distribuidores, comercios y clientes.
Los riesgos más comunes en la agricultura están relacionados con la biología y el clima. A nivel biológico, el mayor riesgo que puede sufrir un agricultor es la aparición de una plaga o enfermedad en sus campos de cultivo, ya que ésta puede ser repentina y propagarse a toda velocidad. Basta con una única plaga o patógeno para acabar con la producción de un campo en cuestión de días. Además de impredecibles, tanto plagas como enfermedades pueden acabar desarrollando resistencia con el paso del tiempo, haciendo más difícil su eliminación.
El clima siempre ha sido la mayor incógnita para los agricultores, y con el cambio climático la situación ha empeorado. Los agricultores se enfrentan ahora a fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes y fluctuaciones que pueden afectar de forma severa a los cultivos en desarrollo. Problemas como la sequía pueden durar meses y hacen que las reservas de agua se terminen, mientras que las lluvias intensas favorecen la aparición de enfermedades y otros problemas relacionados con el encharcamiento del campo. A todo esto, hay que añadir la variabilidad estacional, que afecta a los calendarios de siembra y cosecha cada año.
A nivel de mercado y economía, la agricultura tampoco se libra de riesgos asociados a ellos. Problemas como las fluctuaciones de los precios en el mercado, los cambios en la demanda de productos, el mayor coste de los insumos o una infraestructura inadecuada pueden complicar la situación hasta el punto de que cultivar no sea rentable.
Cómo la tecnología ayuda a mitigar los riesgos agrícolas
Es importante comprender que muchos de los riesgos que sufre la agricultura no pueden eliminarse por completo, pero sí que pueden mitigarse, de modo que afecten lo menos posible a la producción. Esto se consigue mediante la adopción de tecnología de vanguardia, que puede proporcionar información objetiva y útil para poder tomar una actitud proactiva a la hora de mitigar.
Dentro de las posibles opciones tecnológicas, el software especializado para la agricultura es una de las mejores. Aunque la curva de aprendizaje puede ser un tanto complicada para aquellos agricultores menos acostumbrados a la tecnología, es una herramienta que no requiere de inversión en maquinaria o hardware, por lo que incluso los agricultores con menos recursos económicos pueden adoptarlo.
El software para agricultura de precisión es especialmente útil para resolver los problemas relacionados con el clima y la biología. Es bien sabido que las plantas sufren estrés cuando tienen algún tipo de problema. Así pues, el uso de índices de vegetación y combinaciones de bandas en imágenes satelitales permite detectar variaciones en la salud de las plantas sin necesidad de inspeccionarlas visualmente. Por ejemplo, puede ayudar a determinar la existencia de un problema (por ejemplo, una plaga) para que el agricultor tome medidas cuanto antes y evitar que el problema se agrave y se extienda por el campo.
A nivel climatológico, el mayor riesgo radica en un exceso o falta de agua. El software agrícola más avanzado suele incluir información meteorológica local entre sus funciones, lo que permite una gestión del agua más inteligente. Cuando se espera sequía, el agricultor sabe que debe prestar más atención a este problema; si se esperan lluvias, puede modificar la planificación del riego o adaptar la cantidad para evitar saturar el campo, provocando encharcamientos.
Los seguros en la agricultura
Los seguros en la agricultura no son muy diferentes a los seguros usados en otros sectores. Se trata de proteger algo valioso ante posibles problemas. En este caso, los agricultores aseguran sus cosechas ante potenciales eventos destructivos, como granizadas o plagas que arrasan con el campo. Uno de los principales problemas que han sufrido los seguros durante mucho tiempo es el determinar si el desencadenante era inevitable o fue consecuencia de una negligencia por parte del agricultor.
En la actualidad, las empresas aseguradoras también se apoyan en el software especializado en la agricultura para mejorar el servicio que dan. Por ejemplo, cuando reciben una reclamación, pueden revisar el campo en cuestión y la climatología los días previos y determinar si el evento entra dentro de lo asegurado y en qué cuantía. Esto no solo otorga una mayor precisión, también es más cómodo y elimina una gran parte de los desplazamientos al campo para realizar sus propias comprobaciones. Otro caso en el que los seguros se apoyan en el software es para determinar el tamaño exacto de cada campo. Mediante el uso de imágenes satelitales, los seguros pueden establecer los límites de cada campo con precisión. Así, los seguros pueden ofrecer pólizas personalizadas y la confianza entre ellos y los agricultores mejora, ya que cualquier estimación se realiza en base a datos objetivos.
Autor: Vasyl Cherlinka
Vasyl Cherlinka es Doctor en Biociencias especializado en Edafología (ciencia del suelo), con 30 años de experiencia en este campo. Licenciado en Agroquímica, Agronomía y Edafología, el Dr. Cherlinka lleva muchos años asesorando al sector privado en este tipo de cuestiones.