Por Redacción
Durante el último trimestre de 2024, la Tierra recibirá la visita temporal de un asteroide llamado 2024 PT5, un cuerpo celeste que, por un corto período, compartirá nuestra órbita. Este fenómeno ha captado la atención de los astrónomos debido a su rareza, aunque los expertos coinciden en que no es motivo de preocupación para el planeta.
El asteroide, detectado por primera vez el 7 de agosto, tiene un tamaño estimado entre ocho y 18 metros, equivalente a un autobús, y acompañará a la Tierra desde el 29 de septiembre hasta el 25 de noviembre.
Sin embargo, aunque algunos lo han denominado «miniluna», científicos como el ingeniero Davide Farnocchia, de la NASA, consideran este término inapropiado. El asteroide está demasiado lejos para ser atrapado por la gravedad de la Tierra, y su órbita sigue siendo más cercana al Sol que a nuestro planeta.
Según Farnocchia, hay dos factores clave para que un objeto sea capturado por la gravedad de la Tierra: la distancia y la energía negativa. Mientras que PT5 cumple con el segundo criterio, su paso ocurrirá a una distancia de nueve veces la de la Luna, fuera de la influencia gravitacional terrestre. Por lo tanto, aunque se le considere un «compañero temporal», este asteroide no orbitará la Tierra como lo hace nuestro satélite natural.
A pesar de su proximidad, el 2024 PT5 no será visible a simple vista ni con telescopios comunes. Solo los equipos profesionales podrán seguir su trayectoria, lo que brindará a los científicos una valiosa oportunidad para estudiar más a fondo este visitante espacial.
Aunque esta miniluna no afectará a los satélites ni al planeta, su descubrimiento tardío en agosto evidencia lo poco que conocemos sobre los objetos que circulan en nuestro vecindario cósmico.
Así que, aunque PT5 no se quedará con nosotros, su visita ofrece a la ciencia la oportunidad de seguir aprendiendo sobre el vasto y misterioso Sistema Solar.
