“De basurero a humedal cundinamarqués”

Tiempo atrás, varios ciudadanos del municipio de Ricaurte (Cundinamarca), arrojaban todo tipo de basuras (sobre todo de gran volumen) alrededor del humedal El Yulo, todo esto porque pensaban que, este cuerpo hídrico no aportaba a la fauna y flora de la región.

Sin embargo, entre tantos habitantes del municipio ubicado en la provincia del Alto Magdalena, existía uno al que la situación le inquietaba día tras día, se trata del ingeniero forestal, José Sarmiento, quien trabaja desde hace 30 años en la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), y, al enfrentarse a la terrible situación ambiental del humedal que se encuentra reconocido entre los 10.043 identificados por la CAR, expresó: “La gente a veces no les da importancia a los humedales, y sus servicios ecosistémicos son enormes, hay un control y regulación de los caudales de agua y el riesgo de inundaciones”, desde entonces, expuso la situación ante las autoridades competentes y así inició la recuperación hidro-geomorfológica del humedal.

Después de hacer un recorrido por el ecosistema e ir con una máquina retroexcavadora removiendo materiales de impureza, se ha logrado recuperar cerca del 75 % del espejo de agua que estuvo afectado, sobre el procedimiento, Sarmiento señala: “Otro aspecto importante es que estos ecosistemas en sus condiciones naturales reciben descargas de gases y materiales de desecho, muchas veces producto de sus propios procesos ecológicos: hojarascas, cadáveres, heces, etc., los cuales son convertidos e fuente de materia y energía útiles a través de los procesos de descomposición biológica y de reciclaje de la materia”.

Hoy en día, tras un año de limpieza en El Yulo hay testimonio de que al humedal volvieron tortugas, babillas y aves propias de este bosque seco tropical, ubicado en la vereda Limoncitos (cerca de la cuenca del río Bogotá), con 101 hectáreas de naturaleza.

Se ha logrado recuperar cerca del 75 % del espejo de agua que estuvo afectado.

Foto portada y otra: Imágenes del humedal El Yulo. Autoría de la CAR Cundinamarca.