Contar con un portafolio de inversión robusto no es cuestión de suerte, ya que es el resultado de combinar activos que actúan de distintas formas frente a los movimientos del mercado.
Tener conocimiento sobre cada uno de estos activos será clave para crear una base financiera estable. A continuación, se muestran cuáles son las 3 categorías de activos que todo inversionista debe poseer, no importa su manejo del tema, tienen que estar en su portafolio.
1- Acciones, el pilar del desarrollo empresarial
Las acciones son una representación de una fracción de la empresa. Cada vez que se compra una acción, el inversor se transforma en accionista, lo que significa que tiene derechos sobre los ingresos generados (por medio de dividendos) y, en ocasiones, puede tener protagonismo en las decisiones de la empresa.
Las acciones son consideradas como un activo de riesgo elevado, pero que permiten hacer inversiones con altas recompensas. El precio de las mismas puede cambiar de forma drástica según el rendimiento de la compañía, factores económicos del sector y el sentimiento de mercado.
Invertir en acciones es clave para obtener más capital. Las empresas de alto prestigio vuelven a invertir sus ingresos para aumentar el volumen de sus operaciones, crear nuevas soluciones y obtener cuotas de mercado, algo que incrementa el valor de sus acciones.
Contar con un portafolio de acciones perfectamente diversificado, que contemple a empresas de varios sectores y países, sirve para disminuir el riesgo relacionado con la volatilidad de cada empresa. En particular, si un sector económico atraviesa por una crisis, es probable que otro tenga más oportunidades, lo que hará que el inversionista compense las pérdidas.
Una estrategia probada a la hora de invertir es hacerlo a largo plazo, algo conocido como buy and hold o comprar y mantener. Dicho método opera bajo la convicción de que, en el futuro, las organizaciones que se gestionan adecuadamente crecen, lo que hace que el precio histórico de sus acciones tenga una tendencia alcista.
Pero, para los que no quieren asumir riesgos, el trading diario o de corto plazo también brinda oportunidades para sacar provecho porque existen movimientos más rápidos.
2- Metales preciosos, un refugio seguro para los inversores
Los metales preciosos, tales como la plata y el oro, tienen un valor histórico para las civilizaciones. Esto no se debe únicamente a su belleza, sino porque conserva su valor con el paso del tiempo.
Dentro de un entorno de inversión vanguardista, invertir en metales preciosos se considera una estrategia segura. Pues, su valor no se ve afectado de forma directa por el mercado o los bonos, lo que hace que sean ideales para diversificar la cartera, sobre todo cuando hay incertidumbre en el mercado, inflación o problemas geopolíticos.
El oro, especialmente, se ha considerado como un activo refugio durante años. Su precio incrementa cuando las monedas fiduciarias pierden valor, tales como el euro o el dólar. La razón es porque tiene un suministro finito, algo que le otorga valor intrínseco.
Por su parte, la plata, es otro metal precioso que se usa más a menudo, por lo que tiende a ser afectada en mayor medida por los cambios en la demanda industrial. Sin embargo, su bajo precio comparado con el oro hace que sea la opción preferida de muchos inversores.
Hay varias formas de obtener metales preciosos, la más directa es con lingotes o monedas. Se trata de una forma de posesión tangible, aunque tiene riesgos de seguridad y costos de almacenamiento.
3- Divisas, lo más manejado en el mercado mundial
El mercado de divisas es el de mayor liquidez y tamaño del mundo, y se trata de vender o comprar divisas, tales como el euro, el yen japonés o el dólar estadounidense. Invertir en divisas es una de las opciones más potentes que hay para diversificar la cartera y tener exposición en el mercado global.
El precio de una divisa está correlacionado con varios factores, entre los que destacan las políticas que implementan los bancos centrales, las operaciones de comercio internacional, el crecimiento económico y qué tan estable es un país a nivel político.
Los inversionistas tienen la posibilidad de especular sobre el valor de un par de divisas, adquiriendo otro activo con la esperanza de que su valor se incremente con respecto al primero. En particular, si un inversionista siente que el mercado europeo se verá fortalecido con respecto al norteamericano, puede decidir comprar EUR/USD.
El mercado de divisas está activo las 24 horas del día, todos los días del año, lo que permite invertir de forma dinámica. Una estrategia para diversificar es realizar parte de la inversión en monedas fiduciarias que están emergiendo, algo que puede generar beneficios importantes, pero el riesgo suele ser alto.
Crear un portafolio diversificado no solamente comprar varios activos al azar, es necesario implementar una estrategia que permita acceder a distintos perfiles de recompensa y riesgo. Mientras las acciones ofrecen un elevado rendimiento a futuro, los metales preciosos actúan como una forma de blindar el dinero contra la inflación. Por su parte, las divisas permiten estar expuesto al mercado global.
Una estrategia probada a la hora de invertir es hacerlo a largo plazo, algo conocido como buy and hold o comprar y mantener.