Hoy, tres ejemplares jóvenes de búho orejudo (Asio clamator) recorren el anillo veredal de Chía tras un proceso de monitoreo que comenzó con un reporte ciudadano.
El aviso fue emitido por una empresa privada entre las veredas Bojacá y Fagua, que informó a la línea de atención de fauna silvestre sobre tres polluelos que habían salido del nido y estaban expuestos a riesgos por la presencia de animales domésticos.
Intervención técnica y verificación del comportamiento
En respuesta, la Secretaría de Medio Ambiente envió un equipo técnico para evaluar el estado de las crías y revisar las condiciones del sitio.
Durante la visita, los profesionales instalaron una cámara trampa para determinar si los parentales permanecían en el área y continuaban aportando alimento. Las imágenes confirmaron actividad constante de los adultos.

Con la presencia de la pareja adulta garantizada, la Secretaría coordinó con la empresa privada la implementación de medidas inmediatas de protección. Se instaló un cerramiento temporal en torno al nido con el fin de impedir el ingreso de perros u otros animales que pudieran afectar el desarrollo natural de las crías.
Seguimiento continuo y evolución positiva de los polluelos
Durante varias semanas, el equipo técnico llevó a cabo visitas de control y revisó los registros de la cámara trampa.
Las verificaciones mostraron que los polluelos avanzaban de manera adecuada, fortaleciendo sus alas y ampliando sus desplazamientos dentro del área protegida.
Al completar su crecimiento, los tres ejemplares jóvenes iniciaron sus primeros vuelos. Actualmente se desplazan con soltura por el anillo veredal y utilizan el entorno como corredor ecológico, integrándose al paisaje natural de la zona rural del municipio.
Importancia del reporte ciudadano y de la articulación institucional
La alcaldía reconoció el importante valor de los reportes oportunos y la coordinación entre autoridades ambientales y empresas privadas para proteger la fauna nativa que coexiste con la actividad humana en los sectores rurales de Chía.

Tras semanas de protección, las aves completaron su
desarrollo y hoy vuelan libremente.










