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El reciente aumento del precio del diésel en Colombia ha desatado una ola de protestas y bloqueos en varias regiones del país, encabezados por transportadores. Desde el sábado 31 de agosto, el precio del galón de diésel incrementó en $1.904, situando el costo en ciudades como Cali (Valle del Cauca) en $11.795 y en Bogotá D.C. en $11.660, según datos del Ministerio de Hacienda. Este ajuste, autorizado por el Gobierno Nacional, busca mitigar el déficit de $6.000 billones que enfrenta el Fondo de Estabilización de Precios del Combustible (FEPC).

El Ministerio de Hacienda explicó que el alza se debe principalmente al aumento del ingreso al productor del diésel, que subió en $2.000 por galón. La entidad señaló que la situación fiscal del país se ha vuelto insostenible debido al subsidio que paga el gobierno, el cual cubre más del 50% del costo real del combustible. Este déficit ha acumulado, en pesos de 2024, cerca de $115 billones, poniendo en riesgo la estabilidad macroeconómica de la Nación.

Protestas de camioneros y bloqueos en varias vías:

Como respuesta a este incremento, se han registrado bloqueos en cinco vías principales del país, afectando el paso vehicular en regiones como Norte de Santander, Santander, el Magdalena Medio, Bogotá y el centro del país.

Entre los puntos críticos se encuentran las rutas Pamplona – Bucaramanga y Bucaramanga – Barrancabermeja. La Gobernación de Santander ha activado un Puesto de Mando Unificado (PMU) para monitorear la situación y colaborar en las negociaciones con los transportadores, aunque las autoridades locales insisten en que la solución a estos bloqueos depende del Gobierno Nacional.

El impacto de estas manifestaciones ha sido significativo, especialmente en Cúcuta, donde la Terminal de Transportes ha reportado una paralización del 95 % en sus operaciones. Aunque se permite el paso intermitente en algunos puntos, la situación sigue siendo tensa, y los camioneros han advertido que mantendrán los bloqueos hasta que se llegue a un acuerdo con las autoridades.

La decisión de aumentar el precio del diésel ha generado preocupación entre diversos sectores, no solo por el impacto en la inflación, que se estima en un incremento de 0,3 puntos, sino también por las posibles repercusiones económicas y sociales que podrían derivarse de una prolongación de las protestas y los bloqueos en las vías.

Este ajuste, autorizado por el Gobierno Nacional, busca mitigar el déficit de $6.000 billones que enfrenta el Fondo de Estabilización de Precios del Combustible (FEPC).

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