En conmemoración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se llevó a cabo el día de ayer 12 de junio, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) compartió cifras alarmantes que destacan el crecimiento preocupante del trabajo infantil a nivel mundial. Según las estadísticas reveladas, aproximadamente 160 millones de niños, lo que equivale al 10% de la población infantil mundial, están involucrados en actividades laborales en lugar de recibir educación escolar.
El director general de la OIT, Gilbert Houngbo, hizo hincapié en que, por primera vez en 20 años, esta situación está en aumento. En su cuenta de Twitter, Houngbo resaltó que el enfoque más eficaz para abordar esta emergencia es garantizar empleos decentes para los adultos, de manera que puedan sustentar a sus familias, y mejorar la protección social. También hizo énfasis en la necesidad de erradicar el trabajo forzoso, crear entornos de trabajo seguros y saludables, permitir la organización y participación de los trabajadores, y poner fin a la discriminación, ya que el trabajo infantil suele afectar a los segmentos más marginados de la población.
Uno de los datos más impactantes se refiere a la situación en el África subsahariana, donde se encuentra más de la mitad de los niños sometidos a trabajo infantil, aproximadamente 86,6 millones. Esto equivale a cerca del 24% de todos los niños en la región, es decir, uno de cada cuatro. La investigación conjunta realizada por la OIT y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) revela esta alarmante realidad.
La mayoría de los niños involucrados en trabajos infantiles en África y en todo el mundo se encuentran en el sector agrícola. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la agricultura representa el 70% del trabajo infantil a nivel global, y el número de jóvenes que trabajan en este sector está en aumento. La FAO destaca que el trabajo infantil es tres veces más común entre los pequeños agricultores, así como en los sectores de la pesca y la silvicultura, en comparación con las áreas urbanas.
El sector agrícola representa el 70% del trabajo infantil a nivel global, según la FAO.
Aunque algunos de estos niños ayudan a sus padres en actividades relacionadas con la producción de cultivos, la cría de ganado o la pesca para el consumo familiar, el trabajo infantil en estos sectores supera con frecuencia los límites de seguridad y bienestar, perjudicando la salud y las oportunidades educativas de los niños.
Ante esta problemática, las agencias de la ONU enfatizan la necesidad de abordar el trabajo infantil desde lo local hasta el nivel mundial, con el objetivo de garantizar una infancia adecuada para todos los niños. La FAO está trabajando en colaboración con la OIT y la Unión Europea para eliminar el trabajo infantil en sectores clave como el cacao, el algodón y el café. Proyectos en países como Burkina Faso, Malí y Pakistán han beneficiado a más de 10,000 mujeres, hombres, jóvenes y niños, mejorando los medios de subsistencia de los hogares, proporcionando capacitación económica a las mujeres y generando conciencia sobre este problema.
Además, la FAO ha desarrollado un marco para poner fin al trabajo infantil en el sector agrícola, con el objetivo de brindar orientación a los responsables políticos. También ha brindado apoyo a países como Uganda y Cabo Verde en la formulación de políticas preventivas.
Es fundamental adoptar un enfoque integral y coordinado para erradicar esta práctica
Es fundamental adoptar un enfoque integral y coordinado para abordar esta problemática, desde medidas locales hasta acciones globales. Solo a través del trabajo conjunto de las agencias internacionales, los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad en su conjunto, podremos garantizar que cada niño tenga una infancia digna y libre de trabajo infantil.
El Día Mundial contra el Trabajo Infantil nos recuerda la urgente necesidad de tomar medidas concretas para erradicar esta práctica. No podemos permitir que millones de niños en todo el mundo sean privados de su derecho a la educación, la salud y el desarrollo pleno. Todos debemos comprometernos a luchar por un futuro donde los niños sean libres para crecer, aprender y soñar sin la carga del trabajo infantil.
La situación actual requiere una atención renovada y un compromiso decidido para abordar las causas subyacentes del trabajo infantil y garantizar el cumplimiento de los derechos de los niños. Solo así podremos construir un mundo en el que todos los niños tengan la oportunidad de crecer en un entorno seguro y propicio para su desarrollo integral.
El trabajo infantil en el sector agrícola perjudica la salud y las oportunidades educativas de los niños, según la FAO.