El origen cundinamarqués del Jabón Rey: la historia de Otoniel Rey y la barra azul más famosa de Colombia

Otoniel Rey, oriundo de la región del Sumapaz, dio su apellido a la barra de jabón que, tras décadas de existencia, se mantiene vigente en 2025 como un ícono de la cultura popular y la industria nacional.

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Imagen de referencia. Generada por Gemini.
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Es probable que en la zona de lavandería de su hogar, o en la de sus padres y abuelos, nunca haya faltado una barra de color azul intenso con un olor característico y punzante. Se trata del Jabón Rey, un producto que ha trascendido su propósito inicial de limpieza para convertirse en un elemento de identidad colombiana. Sin embargo, a pesar de su omnipresencia en las tiendas de barrio y grandes superficies, pocos conocen que su nombre no obedece a una estrategia de marketing grandilocuente ni a una referencia a la realeza, sino al apellido de un hombre de Cundinamarca.

La historia nos remonta a mediados del siglo XX, específicamente a la década de los años 40. Mientras el país atravesaba transformaciones industriales, en el municipio de Fusagasugá, Cundinamarca, comenzaba a gestarse la fórmula de este producto. Fue allí donde Otoniel Rey, un químico y empresario con visión local, desarrolló la mezcla que daría vida a este jabón. Posteriormente, la producción se trasladaría a Bogotá bajo la cobija de Fábricas Unidas, que más tarde se integraría a la empresa Dersa, actual propietaria de la marca.

¿Quién fue Otoniel Rey y cuál es la verdadera historia de su creación?

Otoniel Rey es central para entender el arraigo del producto. Lejos de ser un mito urbano, Rey fue un ciudadano de Cundinamarca que experimentó con ingredientes básicos para crear un detergente en barra que fuera accesible y efectivo para las clases trabajadoras de la época. Su apellido, “Rey”, fue estampado en el producto simplemente para denotar su autoría, una práctica común en la industria de aquel entonces.

Lo que inició en instalaciones modestas en la región del Sumapaz y sus alrededores, pronto escaló debido a la efectividad del producto para despercudir prendas difíciles. Con el paso de los años, la composición original, basada en sebo y componentes alcalinos, ha tenido variaciones industriales, pero el concepto se ha mantenido intacto.

Es importante destacar que el fenómeno del Jabón Rey no se debe solo a su capacidad química, sino a la apropiación cultural que la sociedad colombiana ha hecho de él. A lo largo de las décadas, y aún hoy en 2025, se le han atribuido usos que van más allá de lavar ropa: desde brillar ollas y el cuidado del cabello, hasta creencias populares relacionadas con la “buena suerte”. Aunque la marca no avala oficialmente estos usos alternativos, son parte innegable de la narrativa.

Su apellido, “Rey”, fue estampado en el producto simplemente para denotar su autoría, una práctica común en la industria de aquel entonces.