El presidente Gustavo Petro Urrego anunció este lunes una reconfiguración en la cúpula de las Fuerzas Militares, una decisión que marca un punto de inflexión en la conducción estratégica de la Fuerza Pública de cara a los retos institucionales, de seguridad y gobernabilidad previstos para 2026. El mandatario subrayó que la prioridad de esta nueva etapa será la protección de la democracia, la estabilidad territorial y la vida de la población civil.
El anuncio fue realizado a través de su cuenta oficial en la red social X, donde el jefe de Estado informó que, tras evaluar el contexto nacional y los desafíos venideros, resolvió efectuar cambios en el alto mando militar. El mensaje se enmarca en una estrategia de ajuste institucional orientada a fortalecer la capacidad de respuesta del Estado frente a las dinámicas del conflicto armado, el crimen organizado y las economías ilegales.
Reorganización del alto mando de las Fuerzas Militares
Según lo comunicado por el presidente, la nueva estructura de mando de las Fuerzas Militares de Colombia quedó conformada con oficiales de amplia trayectoria operativa y administrativa en los distintos componentes de la Fuerza Pública.
En el Comando General de las Fuerzas Militares, el general Hugo Alejandro López Barreto asumirá como comandante General, acompañado por el vicealmirante Harry Ernesto Reyna Niño, quien ejercerá como Jefe de Estado Mayor Conjunto. Esta dupla tendrá la responsabilidad de coordinar la acción conjunta de Ejército, Armada y Fuerza Aeroespacial en un escenario marcado por la persistencia de amenazas híbridas y la necesidad de control efectivo del territorio.
En el Ejército Nacional, el mando estará a cargo del mayor general Royer Gómez Herrera, con el mayor general Jaime Alonso Galindo como Segundo Comandante. Ambos oficiales asumen en un momento en el que la institución enfrenta el reto de consolidar presencia en zonas rurales estratégicas y reforzar la protección de comunidades afectadas por la violencia.
La Armada Nacional será dirigida por el almirante Juan Ricardo Rozo Obregón, mientras que el vicealmirante Orlando Enrique Grisales Franceschi ocupará el cargo de Segundo Comandante y Jefe de Estado Mayor Naval, con énfasis en el control de rutas marítimas y fluviales utilizadas por redes del narcotráfico y el contrabando.
En la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC), el mayor general Carlos Fernando Silva Rueda asumirá como Comandante, acompañado por el mayor general Alfonso Lozano Ariza como Segundo Comandante y Jefe de Estado Mayor, en una coyuntura en la que el componente aéreo resulta determinante para la vigilancia, la disuasión y la movilidad estratégica.
Reconocimiento a los comandantes salientes
Durante su pronunciamiento, el presidente Petro dedicó un espacio a reconocer el trabajo de la cúpula militar saliente, destacando su papel en operaciones de alto impacto y en el fortalecimiento de capacidades institucionales. Agradeció al almirante Francisco Hernando Cubides Granados, quien lideró el Comando General desde julio de 2024; al general Luis Carlos Córdoba Avendaño, al frente de la Fuerza Aeroespacial desde agosto de 2022; y al general Luis Emilio Cardozo Santamaría, comandante del Ejército Nacional desde junio de 2024.
El mandatario resaltó que, bajo su dirección, se desarrollaron acciones determinantes para el control territorial, entre ellas la recuperación del corregimiento de El Plateado, en Argelia (Cauca). En esa operación, más de un centenar de integrantes de estructuras armadas ilegales vinculadas a la facción de alias “Mordisco” fueron expulsados de la zona, sin afectaciones a los más de 8.000 campesinos que habitan el territorio, lo que permitió avanzar hacia condiciones de mayor legalidad y presencia institucional.
Balance operativo y resultados en seguridad
Petro también presentó un balance de los resultados alcanzados durante el periodo de los comandantes salientes. Señaló que las Fuerzas Militares lograron niveles sin precedentes en incautación de cocaína, con una proyección cercana a las 1.000 toneladas, equivalentes a más de 12.000 millones de dosis que no llegarían a los mercados internacionales.
A estas cifras se suma un incremento del 27 % en la ofensiva operativa frente al año anterior y la neutralización de más de 4.400 integrantes de organizaciones criminales consideradas de alto riesgo para la seguridad nacional. El jefe de Estado destacó además el aumento en la incautación de armamento durante la última década, así como el crecimiento del pie de fuerza en un 6 %, en contraste con reducciones registradas en administraciones anteriores.
En materia de fortalecimiento institucional, el presidente subrayó la creación de ocho Fuerzas de Despliegue Rápido (FUDRA), un batallón antidrones, un batallón de ingenieros ferroviarios, un comando unificado de los GAULA y nuevas unidades especializadas contra el secuestro y la extorsión. A ello se suma la adquisición de capacidades de superioridad aérea concebidas para garantizar la defensa del país durante las próximas décadas.
Proyección de la nueva cúpula militar
Al cierre de su mensaje, el presidente afirmó que la nueva cúpula militar trabajará de manera articulada con la ciudadanía y las instituciones del Estado para proteger la vida, consolidar el control territorial y fortalecer las condiciones de paz en todo el país. La reconfiguración del alto mando, sostuvo, busca responder a un entorno cambiante y reforzar la capacidad del Estado para enfrentar las amenazas que persisten sobre la seguridad y la democracia en Colombia.
El relevo se produce en un contexto de ajustes estratégicos frente a los retos de seguridad y democracia en 2026.
