Lo que en principio parecía ser la llegada de un solo hermano, terminó en un hecho inesperado: Rafiki tendrá dos nuevos hermanos cóndores andinos. La confirmación se dio en el día 50 del proceso de incubación artificial, cuando los especialistas revelaron que no era un único huevo en formación, sino dos.
La noticia, compartida con tono cercano y espontáneo, despertó alegría en quienes siguen de cerca la historia de Rafiki, y también consolidó un nuevo capítulo en el programa de conservación que lidera el Parque Jaime Duque.
¿Por qué es trascendental que Rafiki tenga dos hermanos y no uno?
Cada nacimiento de cóndor andino en Colombia representa una victoria frente al riesgo de extinción de la especie. Que sean dos crías multiplica las posibilidades de fortalecer la genética y de ampliar el número de ejemplares que en el futuro podrían regresar a los páramos del país.
El caso de Rafiki ya había sido celebrado como un logro histórico en 2024, al convertirse en el primer cóndor andino nacido por incubación artificial en décadas. Ahora, con dos hermanos en camino, la apuesta por la conservación adquiere una dimensión aún mayor, pues no solo crece su familia, sino también el horizonte de recuperación de la especie en Colombia.
¿Qué cambia para la historia de Rafiki y la conservación en Colombia?
La dinámica alrededor de Rafiki se transforma: de ser el único hijo incubado, pasó a tener la compañía de un primer hermano en gestación, y ahora se suma un tercero. Este giro no solo tiene un matiz emocional (pues el relato de su vida adquiere mayor fuerza simbólica), sino también científico, al consolidar un proyecto de reproducción que empieza a mostrar resultados sostenidos.
La confirmación se dio en el día 50 del proceso de incubación artificial, cuando los especialistas revelaron que no era un único huevo en formación, sino dos.