Por Redacción
Policarpa Salavarrieta, heroína de la independencia, fue más que solo una espía en la época de la reconquista española, su labor, desgastante y peligrosa, fue vital para conocer los movimientos de las tropas enemigos y recoger información útil para el ejército libertador.
Policarpa, hábil e inteligente, fue capturada por estar relacionada en documentos que portaba su fiel compañero Aléjo Sabaraín. La hora y fecha de muerte designada para ella fue el 14 de noviembre de 1817 a las 9 de la mañana.
Aun en marcha a su destino, Policarpa nunca mostró señales de cobardía, y con frases fuertes denunciaba el terror que el régimen era para los pobladores de aquella tierra; ya frente al fusilamiento pidió firmemente a los inquisidores que la dejaran morir en una posición digna para una mujer, de rodillas.
Su muerte representó un estallido social en el que se denunciaba el régimen del terror en cabeza de Juan Sámano y en el que se pedía libertad.
Muchas más mujeres en aquel entonces y ahora, luchan firmemente por lo que consideran que es un futuro mejor, así pues, en conmemoración a la muerte de “La Pola” y en reconocimiento al aporte de las mujeres colombianas en la construcción no solo del Estado Colombiano, sino también de la a la política, la cultura, la ciencia, la agricultura y otros ámbitos relevantes, el Gobierno Nacional en 1967 instauró el 14 de noviembre como el día de la mujer colombiana.
Este día busca exaltar las características que todas las mujeres colombianas poseen, entre ellas la perseverancia, el carácter fuerte, la fortaleza, la valentía, y la tenacidad.
Las mujeres colombianas han sido un motor de cambio y transformación en la historia del país, no solo desde su labor de madres, sino también desde organizaciones gubernamentales y privadas.
La lucha de las mujeres colombianas, aunque lenta, ha permitido la extensión de las libertades básicas, como la educación y el voto o el acceso a espacios de poder y liderazgo, que, según ONU Mujeres, verá un incremento de 9.5 % diputadas en el congreso nacional para 2026, ubicándose por encima del promedio mundial de participación femenina con un total de escaños de un 29.2% es decir 85 escaños de 295.
De igual forma, que en 2016 el acuerdo de paz firmado entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC-EP se desarrollase con un enfoque de género, permitió visibilizar el sufrimiento de las mujeres en el marco del conflicto y obligar a los agresores a reparaciones acordes al daño ocasionado.
Estos cambios y reivindicaciones son el resultado de años en los cuales las mujeres colombianas haciendo uso de su persistencia lograron demostrar el valor de las mujeres y su papel fundamental en la sociedad.
Así pues, líderes como Policarpa Salavarrieta nos recuerdan la importancia de luchar y de seguir avanzando en la consolidación de una verdadera equidad, de espacios en los que ser mujer sea señal de admiración y respeto.
¡Feliz día de la Mujer Colombiana!
