La Delegación Departamental de Bomberos de Cundinamarca encendió las alertas frente a una escalada de incidentes asociados al uso indebido de pólvora en distintos municipios del departamento, una situación que se ha intensificado durante la temporada decembrina y que ya deja 29 personas lesionadas, entre ellas nueve menores de edad.
El pronunciamiento institucional se produjo tras los hechos ocurridos en Fusagasugá, donde comportamientos irresponsables con elementos pirotécnicos pusieron en riesgo directo la vida de transeúntes, conductores y residentes, además de comprometer la seguridad de la infraestructura pública y de los organismos de emergencia.
Pólvora desde vehículos y ataques a estación de bomberos
De acuerdo con el reporte oficial, en días recientes varias personas manipularon y lanzaron pólvora desde un vehículo particular mientras transitaban por sectores céntricos de Fusagasugá. La escena, lejos de ser aislada, generó momentos de tensión entre peatones y conductores que quedaron expuestos a explosiones, chispas y fragmentos incandescentes en plena vía pública.
La situación alcanzó un nivel aún más delicado cuando artefactos pirotécnicos fueron lanzados contra la estación de bomberos del municipio, también desde un vehículo en movimiento. Este acto, calificado como de alto riesgo, pudo haber desencadenado una emergencia de mayores proporciones, teniendo en cuenta la presencia de materiales, equipos y vehículos operativos. Las chispas producidas representaron un peligro real de incendio, además de la posibilidad de lesiones graves.
Sin autorización para uso de pólvora en Fusagasugá
La Delegación, a cargo del Capitán Álvaro Eduardo Farfán Vargas, fue enfática al recordar que el municipio de Fusagasugá no ha expedido ni aprobado decreto alguno que autorice el uso de pólvora durante las festividades decembrinas. En consecuencia, toda manipulación, transporte o utilización de estos elementos constituye una conducta contraria a la normatividad vigente, con posibles consecuencias administrativas y penales para los responsables.
Este recordatorio cobra especial relevancia en un contexto donde persisten prácticas ciudadanas que desconocen las restricciones legales y subestiman los riesgos asociados al uso de pólvora, especialmente en espacios públicos y zonas residenciales.
Cifras que reflejan una tendencia preocupante
Los comportamientos irresponsables no solo se evidencian en los hechos recientes, sino también en las estadísticas oficiales. Según el Informe Preliminar No. 005, entre el 1 y el 18 de diciembre de 2025, con corte a las 2:00 de la tarde del 10 de diciembre, se han registrado 29 personas lesionadas por pólvora en 19 municipios de Cundinamarca.
Los casos se distribuyen de la siguiente manera:
Fusagasugá reporta dos personas lesionadas, entre ellas un menor de edad; Villeta registra dos casos, también con presencia de un menor; Chipaque, Cogua, Sibaté, Sasaima y Cogua presentan lesiones en menores de edad; Gachancipá reporta dos menores lesionados; mientras que municipios como Cajicá, Guatavita, Lenguazaque, Zipaquirá, Choachí, Gutiérrez y Nimaima registran casos en población adulta.
Los mayores números se concentran en Soacha y Facatativá, con cuatro personas lesionadas cada uno, incluyendo menores de edad en el caso de Soacha, lo que agrava el panorama desde el punto de vista de la protección de la infancia.
Radiografía departamental de los lesionados
El consolidado general revela que, de las 29 personas afectadas, nueve son menores de edad —siete niños y dos niñas— y 20 son adultos. En cuanto al género, se reportan 21 hombres y ocho mujeres lesionadas. Estas cifras reflejan un impacto transversal que afecta tanto a familias como a comunidades enteras.
El balance adquiere mayor dimensión al compararse con el mismo periodo del año anterior: el número de lesionados aumentó en un 38%, al pasar de 21 a 29 casos, un crecimiento que refuerza la preocupación institucional frente al deterioro del comportamiento ciudadano en torno al manejo de pólvora.
Denuncia pública y exigencia de acciones inmediatas
Ante este escenario, la Delegación de Bomberos de Cundinamarca realizó una denuncia pública y solicitó de manera urgente a las autoridades competentes adelantar las investigaciones correspondientes, identificar a los responsables y adoptar medidas firmes que permitan frenar estas conductas antes de que deriven en situaciones irreversibles.
El llamado incluye un énfasis especial en la prevención, el control territorial y la aplicación estricta de la normatividad, con el fin de proteger la vida, la integridad física y la convivencia ciudadana durante la temporada de fin de año.
Llamado a la corresponsabilidad ciudadana
Finalmente, el organismo reiteró un llamado enfático a la ciudadanía para que se abstenga de manipular pólvora, priorice la protección de niños, niñas y adolescentes, respete las disposiciones legales vigentes y reporte de manera oportuna cualquier situación de riesgo que pueda comprometer la seguridad colectiva.
La advertencia es clara: detrás de cada lesión hay una familia afectada y una comunidad expuesta. La prevención, el autocuidado y el respeto por la ley siguen siendo las herramientas más efectivas para evitar que la pólvora continúe dejando víctimas en Cundinamarca.

Fusagasugá concentra hechos de alto riesgo, con pólvora lanzada desde vehículos en movimiento.













